Campana de Largada - Turf Argentino

CUANDO ENCONTRO EL CLARO SE TRANSFORMO EN EL INCREIBLE HULK.

Tal cual y así de clarito. El final fue arrollador, terminante, fantástico, mortal.
Muchas veces un profesional se baja y comenta sorprendido lo que había dado su conducido, en otras el entrenador, a veces el propietario, pero el domingo en el césped todo el mundo dijo ¡como corrió esta potranca!. El título refleja lo que vimos esa tarde.
Soltaron en buen momento y a la punta, decidida se fue Malpensa. El equipo de La Biznaga, salió a hacer su juego, con Stormy Mecha, persiguiendo a la líder.
Por fuera, teniendo, Stormy Mecha, por dentro Ishitaki, apareada por My Fair Lady, que sin duda le salió a correr a la mejor del paseo, que no era otra que la hija de Intérprete. No hubo variantes de importancia, salvo que Falero mejoraba por dentro, allá por los 700.
Pisaron el tiro derecho y como si recién largara la del “Cofla” Udaondo con el apile de Giannetti sacó varios cuerpos. Entonces a Rodrigo Blanco, que junto a Edwin Talaverano habían derrapado al pisar la recta, se le cruzó por la mente (hay que estar arriba de los caballos a 63 por hora) si iba a buscar a la puntera o seguía edificando “pared legal” a la del Arcángel. Se decidió por lo primero.
Salió con furia tras los pasos de la favorita, abierta cargaba La Matina y entre medio de la del Rodeo Chico y la del T.N.T., el jinete de Ishitaki encontró el hueco y la sacó abierta. Se le rompieron todos los cueros, se transformó de zaina oscura a verde fluor.
Todo con parciales picantes de 22”74, 45”42 y 1´9”70, completando el recorrido en 1´22” clavados Con 12 y moneditas de final. No hace falta decir que pasó como tornado. Les tiró en pocos metros seis cuerpos, dejando a My Fair Lady, en gran carrera, masticando bronca.
Malpensa quedó cuarta y sexta Stormy Atorranta, que volaba por fuera en el final. Ricardo Benedicto y Pablo Maggio llegaron abrazados a la foto. Felices, hermanados en una sociedad fantástica, como si fuese un árbol plantado hace días y de golpe da unos frutos ...¡así de grandes!.
Pablo se fue cantando bajito con la manta y el mandil debajo del brazo, Ricardo se quedó cerca, al ratito se sacaba otra foto con uno de sus pupilos. ¡Día soñado!

Se recaudaron en San Isidro $ 2.174.950.-