Martes 27 de Julio de 2010

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PARTE II

EL ENCUENTRO CON JULIO ALBANO

Osvaldo Martinez

CUENTO PARTE II

por Osvaldo Martinez

El pibe, Julio, un colorado, un buen muchachito no entendía nada. El Jefe lo metía adentro del auto (Fiat 600 azul al que sólo había que ponerle nafta) y lo llevaba delante de su padre. Por esa época Albano era un crack. A las 19.00 estaba en radio Rivadavia con el programa “Venimos de las Carreras”. Angel Rojas locutaba, Juanito Scigliano colaboraba con Julio, empilchaba como los dioses, era un langa, aunque mucho no se las ingeniaba para hablar por radio. Era el jefe de locutores de Canal 7, nada menos y por si fuera poco, a la mañana hacia exteriores, con alguna nota de color desde las pistas de ensayos, en el programa de “Cacho” Fontana.

Era la época que no existía ninguna otra radio y el programa de “Cacho” era palabra santa. Para más Rivadavia se escuchaba con la radio apagada.

Con esa persona me iba a entrevistar. Nada más que él no sabía que yo iba para el edificio Alas, el más alto, el que está en Leandro Alem.

Dejamos el auto en cualquier lado y entramos.

Me parecía estar frente a un genio. La verdad me temblaban las piernas. Le di la mano y lo ataqué a boca de jarro. “Yo le di trabajo a su hijo, Ud. démelo a mí”.

Me miró y me dijo que no tenía trabajo. Además que las carreras de caballos eran muy especiales, había que saber. Verdaderamente no sé si sabía, pero que estaba fogueado no tengan dudas. Era un pibe, pero iba a las carreras, relataba uno por uno los clásicos de cada jornada, ya tenía un par de prismáticos que todavía los guardo como si fuesen monedas mejicanas y en lugar de cualquier otra cosa, me había metido a comprar un grabador (como comprarse un buque ahora) en cuotas.

Me repitió “no hay trabajo”, pero si querés el sábado hay carreras en San Isidro. Te paso a buscar por Libertador y Dorrego y seguimos viaje. Después venís a la radio conmigo y vemos como sigue esta historia.

Fue un momento muy especial de mi vida. Por eso siempre digo, el querido “Barba” está agazapado, no se hace ver, pero está. Muy difícil dos veces, pero una vez está a tu lado para darte una mano. Sólo tenés y debés de aprovecharla. No es el último tren que pasa, es que el hombre tiene mucho laburo y no puede pasar dos veces por el mismo lado. Mirá que poner un aviso y entre 100 manotear al que iba a ser el artífice de mi carrera periodística. Sólo Dios puede hacerlo.

¿Hace falta decir como estuve esos días?

Y llegó el viernes. Me lustré los únicos zapatos que tenía. Le pedí a mi viejita querida que me planche el lompa gris y la camisa blanca y me tardé como una hora en elegir la corbata, tenía dos, pero era difícil. Medias al tono y el saco azul, imposible de sacarle el brillo de las solapas, pero uno igual lo llevaba dignamente. Limpié a fondo los prismáticos como si fuese un médico con su bisturí y me fui a la cama temprano. Yo sabía que no iba a pegar un ojo, pero al final el sueño me doblegó. Despertadores dos, 8.00 y 8.30 y el recorrer ese patio casi helado en busca del baño para una ducha reparadora. Empilche, caminata por Godoy Cruz, Cerviño y Sinclair, hasta Libertador.

Y de pronto apareció el Peugeot gris, nuevo, flamante, con Julio Albano al volante y Juanito Scigliano. Me senté atrás, el tapizado de cuero negro me abrazó, como que atrás no viajaba nadie desde el día de la compra. Y partimos para el Norte.

Dejamos el auto y entramos al templo por la entrada de la Tribuna Oficial. La que yo siempre veía con los prismáticos desde mi atalaya, la popular. Y el comedor, y la de socios y el tercer piso y la torre de jueces y el Comisariato y el cuarto de jockeys. Estaba tocando el cielo con las manos. Y el tiempo se me pasó volando. A la hora señalada los tres nos embarcamos hacia la Radio. Les puedo asegurar que el viaje me pareció como de acá a Necochea, o algo parecido. Ya en Rivadavia, Arenales y Pueyrrredón, comenzamos a desandar el pasillo largo que nos llevaría a los estudios centrales. Casi pisaba en puntas de pie para no hacer ruido.

La producción de la Oral Deportiva ya estaba trabajando, Julio tenía apenas quince minutos para dar las carreras y sin exagerar había como diez personas hablando por teléfono y recabando noticias para cuando entrara el astro, me refiero al “Gordo” José María Muñoz.

Me apoyé en el piano y esperé en silencio absoluto que comenzara el programa. Angelito Rojas arrancó con los “Habanitos Dr. Pink”, le siguió Albano, con alguna que otra participación muy corta de Scigliano y a último momento salió con una noticia importante desde La Plata, Tito Alarcón.

No había terminado el programa, cuando comenzaron a entrar al estudio los de la Oral Deportiva. Y ahí me di cuenta que había enojo, que esos quince minutos de Albano con el “Venimos de las Carreras” no le agradaba a ninguno. Principalmente a José María Muñoz.

Julio tuvo la amabilidad de acercarme hasta Pacífico, aunque todavía no sé si fue realmente por dejarme cerca de casa o descargarse con epítetos de todos los colores contra los que venían después de él.

Desde mi casa quince días antes pensaba que era todo color de rosa y que a los de la Oral Deportiva les gustaba el turf. Pero no era así.

Mis comentarios sobre tal o cual caballo o tal o cual jockey, parece que le agradaron a Julio Albano, que en repetidas oportunidades me decía que no tenía trabajo para mí, pero como que había encontrado un ”vayaydígale” gratis, que moría por estar en las carreras y hablar con los mejores jinetes y con los entrenadores del momento. ¡Con todos! Y recorrer esos lugares a los que jamás había entrado.

Un día, en Palermo, Albano había acertado un caballo caro. Y en la siguiente cerraba la jugada para ponerle los vales. No hacía falta que me dijese nada, pronto salí hacia el cuarto de jockeys. Tenía que preguntarle a un par de jinetes de la confianza de Albano (no voy a dar nombres) si los caballos que iban a correr, podían. Los dos por separado me pidieron la revista y se pusieron a estudiar. Inclusive uno de ellos ni sabía qué venía de hacer el que iba a montar. Antes que cierren lo fui a buscar a Julio. Siempre lo trataba de Ud., pero salí enojado del cuarto y se me fue el “estos tipos no saben a quien corren y dijeron que le ponga todos los vales”. “Para estudiar la revista, mejor que yo no hay nadie”.

Y Julio me puso a prueba. Dos vales y dos vales fueron a los de los jockeys amigos y con el otro, mirándome fijo me dijo el fatídico ¿y a vos quién te gusta?.

Seco, como sacando una mano en gancho al estómago le dije…¡el de Penna!.

En el auto (ya me había felicitado en las carreras) se sinceró. “Sabés que no le jugué ni un vale al de Penna”. Eso era lo que me gustaba de Julio. Sincero, noble, amigo.

A partir de ese momento fuimos cambiando figuritas y completé de darle el nocaut definitivo, cuando le relaté una Polla de Potrillos desde la tribuna oficial.

Vieron que les dije que el “Barba” pasa una vez. Bueno se le acercó a Julio y le ofreció irse con toda su familia a EE.UU. a trabajar. Un amigo tenía una fábrica de zapatos y carteras y le daba laburo muy bien pago hasta al canario de la familia. Albano lo pensó una y mil veces hasta que un día se decidió.

Nos reunió a todos. A Rojas, a Scigliano, a Alarcón, al propietario de Habanitos Dr. Pink y a mí y nos comunicó que se iba del país. Largaba todo. El canal 7, Jefe de Locutores, el programa “Venimos de las Carreras” y la mañana con Cacho Fontana. Nos dijo, “es una oportunidad única y no la puedo dejar pasar”.

Nos miramos unos a otros y casi sin querer preguntamos ¿y el programa?

Continuará…

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Hay 3 comentarios:
  • #1 - rolando kova

    FELICITACIONES POR ESAS HISTORIAS GESTADAS DETRAS DE LOS TELONES. JULIO ALBANO LO RECUERDO A FINES DE LOS 50 POR CANAL 7 Y HACIENDO LA PUBLICIDAD DE SU PROGRAMA HIPICO DEL FIJADOR CAPILENA.

    27/07/2011 19:42 hs.

  • #2 - Enrique Harris

    Un gran recuerdo de un formidable periodista para Don Julio Albano, el barón del turf, \"que dice lo que ve y no calla lo que siente\"......Gracias Martinez

    08/08/2010 23:36 hs.

  • #3 - Luis

    Como decía Lamolina, \"siga, siga\". Para los que amamos las carreras, un gusto leer la historia.

    03/08/2010 11:13 hs.

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