Campana de Largada - Turf Argentino

La verdad hay que sacarse el sombrero ante el excelente jinete platense. Otra vez cruzó la meta en ganancia en su rubro, dejando en el segundo lugar a Mario Fernández, que hace rato viene pisando fuerte. En su momento el duelo fue con Mario Leyes, que figuró tercero, pero como todos los años en el final de la contienda, Gonzalo sale airoso. Respetuoso de sus colegas, disculpen si uno hace una aseveración rápida en el momento de escribir estas líneas, sin ir a las fuentes, como ser de suspensiones durante todo el año, pero pregunto: ¿cuánto hace que a Hahn no lo sancionan?.

Me cuesta recordar si le dieron una fecha por cerrar su línea. Y eso habla de sus valores y de su profesionalismo. El aplauso vale doble, por haber ganado la estadística otra vez y van y por lo que comentamos sobre sus movimientos en las pistas.

Aprovechamos y casi por propia idea de ellos, de tomarles juntos, una foto, tras correr una carrera, donde no ganaron, en el Argentino de Palermo. Igual cuando se iban para hacer el paseo les había tomado otra, en las sombras, pero que se ve claramente que se van sonriendo los dos camino a su trabajo.

Como siempre digo y los profesionales me lo agradecen a cada rato, a los jockeys hay que hacerles un monumento. Y es la pura verdad. Hay que recordar que son contados los jinetes que ganan muchas carreras. El resto lucha denodadamente todos los días para estar lo más alto posible. Así son todos los trabajos dirán algunos, pero aquí se corre hasta bajo el tan temido granizo, lluvias, fuertes vientos, sol abrazador y todo lo que pueda tirar la naturaleza arriba de las pistas.

Y a las seis de la mañana hay que estar arriba para aprontar los caballos que uno va a correr en las siguientes semanas.

Gonzalo Hahn es un ejemplo de ello. Un gran jockey.