Campana de Largada - Turf Argentino

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A la vera del camino

LOS 500.000 TIPOS QUE SALEN A ROBAR A LAS CALLES EN TIEMPOS SIN VIRUS, AHORA UTILIZAN EL TELÉFONO. ESO ES DE LO QUE SE DEBE ADVERTIR A LOS ABUELOS.

Entendemos perfectamente lo que quisieron decir Larreta y sus muchachos, con respecto a los “abuelos” de más de 70 años. Se estaban equivocando con los promedios, se los dije en esta página, no podía ser como dijeron de 47, cuando mueren los de más de 60. Recuerden, por ejemplo, como es mi caso, tengo 72 y laburo como si tuviese 20. Camino de acá para allá en los escenarios máximos y hago, por ahora 17 kilómetros de bicicleta por día. Digo por ahora, y no porque pienso hacer 30 cada 24 horas, sino que estoy para subirme de un lado y bajarme del otro, a la brevedad. Les decía sobre los “chorros”. De eso hay que advertir a los abuelitos, se imaginan cuántos vivos van a llamarlos para decirles que son de la “Ciudad” para hacerles los mandados y después los afanan. Soy testigo presencial, aquí dos llamados que tuvimos en casa. “Hola, Abu, tu nieta”, voz de jovencita, “te advirtieron que el lunes hay “corralito”. “Hay que sacar la plata ahora mismo. ¿Estás segura, Mirta?. “Sí, segurísima”. No tengo nieta que se llame Mirta y la rpmqtp. Segundo capítulo a mi señora: “Señora buena tardes, le hablo del banco, por resolución del gobierno se debe retirar urgentemente todo el dinero de los bancos, especialmente los dólares”. Mi Señora: ¿De qué Banco?. “Eeeeeeehhh, bueno del suyo, del que Ud. opera. ¿De qué Banco?. Eeeeeehhhh, del Central. ¿de dónde?...tu.tu.tu. Y se cortó. De esos hay miles de llamados por día, además de los comunes a la madrugada, con un “hijo o nieto” gritando “dales la plata, dales la plata” a sabiendas que hijos y nietos cuando los llamás no te dan bola inmediatamente. Casi seguro te contestan al otro día, con suerte. La verdad no hacía falta llevarlos presos si no obedecen, a lo sumo irán a comprar una fruta tapados de pies a cabeza. Y si llaman al 147, hay que darles una clave, para saber quién les toca el timbre. ¿Tá?

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por Osvaldo Martinez