Campana de Largada - Turf Argentino

FUE CASI LA MISMA EMOCIÓN CUANDO REVERENTE EN EL ´84 LOGRÓ GANAR EL PELLEGRINI (G1). ENCIMA LO RELATÉ. FUE TREMENDO CUANDO SANGUINETTI VINO A GANARLO EN EL FINAL CON FORLITANO. LA MISMA SENSACIÓN, LA MISMA FELICIDAD, AMBOS INOLVIDABLES

Ya el sábado habíamos gritado de lo lindo con Repartija, cuando Guillermo Sena pasaba por media cancha, con la nacida y criada en el Haras El Alfalfar de Alfredo Camogli, de cabeza levantada, con visible resto, sobrando, desquitando de lo que nos había sucedido una carrera antes con Preflorada, a la que la dejaron en el suelo y perdió porque perdió. Y el domingo nos sucedió lo mismo, con Ritón y luego los barajamos con El Sembrador. A continuación las dos notas que escribí en la oportunidad, para la Revista Palermo sobre los dos enormes Profesionales que nos dieron tamaña alegría. Así decía Osvaldo Martínez en aquellos tiempos.

GUILLERMO SENA, BRILLANTE, DESCOMUNAL, VIRTUOSÍSIMO

Si se tiene que correr un caballo con una computadora, el hombre le ganó a una máquina. Así se puede hablar del trabajo, de la faena de Guillermo Sena en la silla de El Sembrador. Con todos los sentidos puestos en la pista, en sus manos, en sus piernas y principalmente en su mente. Salió ligero, ganándole el tirón a los “buscadores de perlas”, tal cual había sucedido con Preflorada un día antes y con Ritón, a Karamanos, en el clásico de la milla. Lo serenó y lo metió por dentro, escondiéndolo de todo tropiezo, fue a más cuando vio que a los punteros se les acababa la fuerza, apuró al pisar la recta quemando las energías del caballo Chileno, que parecía, hasta ese momento, el enemigo. Disparó en plena recta, a tiempo, ante el avance de Seaborg y de Much Better, evitando lucha y desgaste y todavía faltaba lo mejor. De los 200 a la raya…¡notable! poniendo el caballo en el punto límite de su posición corredora, lo buscó con todo su rigor, para convertir, una derrota a pasos del disco, tras ser quebrado. ¡Monumental! ¡YOCKAZO!

JOSÉ LUIS PALACIOS, SIN DESBORDES, COMO SIEMPRE

Natural, como lo podemos ver tras un triunfo en una condicional en alguno de nuestros hipódromos, Sereno, tranquilo, sonriente, mano al bolsillo, atento a todas las requisitorias, dando su parecer, calmo, reflexivo. Pareciera como que su profesión es preparar caballos para que corran y ganen y cuando ello sucede, es su obligación. Como que un arquitecto termine la casa y se ponga a correr por el living, gritando, bajando y subiendo escaleras, abriendo puertas y golpeando paredes. Es su trabajo, aparenta, o nos da la impresión del querer decir, ¡es así! Desde que lo conocemos siempre fue así. Por supuesto que tiene que estar orgulloso de que todo se logre favorablemente, y él lo festeja como quiere. ¡Y está bien, muy bien! Pero permítame decir, Señor Entrenador, que la casa es una obra de arte, que el terreno no daba para grandes cosas y que Ud. supo idearla, crearla, decorarla y mantenerla, para que, ya lista, las felicitaciones y los halagos sean dirigidos hacia su persona. ¡Ud. lo hizo posible! ¡Disfrútelo, a su manera! ¡El Sembrador lleva su firma y sello y está de pie!