Campana de Largada - Turf Argentino

EL CARIÑO DE MUCHISIMA GENTE, EL ABRAZO SINCERO, Y LA AMISTAD DE MANO DERECHA BIEN APRETADA, ME FORTIFICARON EL CORAZON PARA LA NOTICIA QUE VENIA

Era una nota para mí. Capaz de hacerme escribir y escribir de todo lo que me sucedió en un fin de semana que no voy a olvidar jamás. Porque el mismo lunes a las 7.00 de la mañana recibí la peor noticia, la muerte de mi hermano Horacio. Y entonces, no pude trabajar como lo hago normalmente. Sólo estoy para contarles, sin crónicas divertidas, que las hubo y muchas, sobre la extraordinaria fiesta o remate, como se quiera llamar a lo que organiza la familia Grimaldi, en su querida La Francia, Córdoba.

Ellos quieren invitar a sus amigos, y entonces se juntan más de 1600 personas, que son los que pueden acercarse para esa fecha a ese lugar. Mi consejo es que si lo invitan no lo piensen ni un minuto. Tomen un bolso y viajen. La van a pasar muy bien.

Todo comenzó con la fiesta de la noche en el centro de La Francia. Un precioso lugar, que servía para conferencias y fiestas, se le hizo una cocina impresionante y ahora es “el” lugar para cualquier tipo de festejo.

A lleno completo tuvimos la oportunidad de presenciar un show espectacular. No nos dieron ni un segundo de charla a pleno, porque saltaban a la pista profesionales de primer nivel y todos con un carisma muy especial. Por caso Blas García, tenor, fantástico, brillante, ni hablar de Fernando Rodas, una clase de “PM”, Rubén Grosso, cantor, cantor, Gastón Moro, que lleva de la mano a la juventud, Selena y José, bailarines de tango de corte internacional y Carlos Ruiz, un cómico cordobés, con un “conociendo” para morirse. Iba cantando por las mesas, a pallada limpia, poniéndole nombres de figuras a cada uno de los presentes. Un trabajo increíble, impecable.

Los jóvenes Juan José Lerín y Luciano Grimaldi, hicieron una parodia de “El Gringo” y a Luis Grimaldi haciendo una imitación de cuando rematan los dos juntos. Para aplaudir.

A las 3.00 de la mañana Lucas Grimaldi me rescató y me llevó a su hogar. Al otro día nos aguardaba un trabajo de aquellos, y había que estar lo más entero posible.

Bien temprano saltamos a la cancha, y desde la casa de Lucas, está en el mismo Haras, se veía un campo fértil, césped, árboles, y antes de las instalaciones del establecimiento de cría, dos inmensas carpas para cobijar cerca de 1800 personas. Que a medida que se acercaba el mediodía, comenzaron a entrar con automóviles de todas las categorías y con distintas chapas de todo el país.

Recorrimos buena parte del Haras y al paso nos encontramos con las dos yeguas que habían parido a la noche del viernes con sus potrillos al pie. Un espectáculo maravilloso (fotos).

A la hora señalada se hizo la primera pasada, destacándose cada una de las piezas que venían a venta. Potrancas y potrillos clasudos, bien conformados, una crianza de primera, incluso en un par de ejemplares nacidos a fines de octubre, ya estaban a tiro de los más tempraneros en su físico. Ni hablar de los destetes y las yeguas madres con sus respectivas crías.

Finalizada la muestra la gente fue invitada a ingresar a las carpas. Se imaginan que más de 1600 personas sentadas tenían que ser atendidas por una cantidad impresionante de personas, que oficiaron de mozos. Algunos eran del palo, pero otros eran chicos, muchachos, que ayudaron a que esta fiesta sea todo un éxito. Las parrillas, eran dos, tenían un largo de veinte metros y les puedo asegurar, no quedó nada.

Por supuesto que nos deleitaron otra vez todo el grupo de artistas contratados, y en un momento del mismo, pasó al frente para acompañar al conductor Luis Angel Nasi, impecable en su trabajo, nuestro querido amigo Diego Notario, el hombre de los cien barrios del interior y de Radio Colonia. Saludó y pidió un aplauso para cada uno de los cuidadores del Don Florentino, que tiene unos cuantos, de cuida y de training.

Y como es amigo verdadero, tuvo la amabilidad de nombrarme y entonces recibí uno de los más grandes afectos que tuve en toda mi carrera. Mil personas aplaudiendo y levantando los brazos, mostrándome su afecto, su cariño y un reconocimiento a mi trabajo. Me conmovieron, realmente.

Finalizado el tremendo almuerzo volvimos al ring de ventas, cada uno con su silla al hombro, y caminando rápidamente para elegir el mejor lugar. Y en un remate de primer nivel, salieron los artistas, las primeras figuras, lo que todos aguardábamos, la presencia en pista de los padrillos de la casa. El tordillo Frank The Tank, ganador en los EEUU, a continuación la nueva estrella del Haras, en el que están puestas todas las fichas, el fabuloso Que Vida Buena, para luego darle el lugar que merece al eterno y poderoso Alpha Plus.

Quiero destacar a dos amigos de verdad que siempre están atentos para que no nos falte nada. Ellos son Luciano Zylber y el “coloso” Santiago Nicolás Britos, el “gran” Santi.

Inmediatamente, mucha gente quería sacarse foto con el gran padrillo y saliendo entre el público, se cruzó con la muchachita de la película. Una hembra alazana, nacida el 14 de septiembre de 2010, hija de Johannesburg y Diplomatic por Seeking The Gold, a la que los Grimaldi vendían el 50%, mismo tratamiento con un reservado del Haras Firmamento. Y tras una puja más que interesante se la llevaron domada y todo los propietarios del Stud San José de Ecuador.

En poco menos de tres horas se vendieron todos los productos, los destetes, las yeguas madres y las tortas, como lo hace todos los años uno de los rematadores más importantes del país, que en su labor con los sangre pura de carrera, no espera a nadie. A los que quieren hacerse los campeones, esperando el momento, dando el envite y escondiendo, para volver sobre la presa, en casi todos los casos se quedaron con las ganas, porque El Gringo les baja el martillo en la misma solapa. El hombre les enseña como es la cosa, si gusta hay que ofrecer hasta el final, donde uno mira al socio para ver qué dice, el caballo ya se fue para otro lado.

Directo, con dichos muy graciosos, conociendo a cada uno de los que levantaban la mano, haciendo comentarios divertidos, como por ejemplo a uno de ellos que ofreció muy poca plata para empezar, algo así como mil quinientos pesos, le dijo “mil quinientos años de carcel”, ante la risa de los presentes y ni hablar cuando le bajó el martillo a un caballo que siguió hasta el final “El Galgo” Libré, lo consideró especialmente como un jockey de la casa durante mucho tiempo, pero después agregó el sincero e increíble comentario, “algunas veces íbamos”. Un genio.

Gran recaudación de los cuatro colegios con el valor de la entrada y del estacionamiento, más la venta de las tortas a $ 200.- cada una, algunas vendidas dos veces y la última, como ya no quedaba nadie, algunos cobardes salieron como despepitados por si les tocaba la bajada de martillo, la compró el mismo rematador en 500.- pesos. Se agregó a los más de $ 40.000.- el aporte de la UTTA, estuvo presente en la jornada, el “uno”, Carlos Felice, que donó nada menos que $ 10.000.-

Por la noche nos reunimos en la casa de Lucas. En mi caso cortada la tertulia porque tenía que mandar el material y las fotos, más de mil, para seleccionar y dejárselas grabadas en la máquina que me prestaron, un modesto regalo de mi parte hacia una de las familias que más quiero en el ambiente desde siempre.

Al otro día fuimos a la caballeriza y vimos los próximos ejemplares que van a viajar a los máximos. Pero esa, esa es otra historia, que con fotos exclusivas, lo vamos a comentar en unos días más, cuando me pueda poner al día con el trabajo en la sección “Gente de Turf”.

Luis, Lucas, Luciano, la Triple “L”, dirigidos por “El Gringo” y la gran madre Zulma, me recibieron y me trataron como si fuese de la familia. Mi agradecimiento hacia ellos. El afecto, el cariño, la amistad, entra, pasa por el alma y el corazón y vuelve a salir, potenciado, íntegro y uno los devuelve reconfortado, feliz, de sentirse querido.

Hasta el próximo encuentro el año que viene, si Dios quiere.