Campana de Largada - Turf Argentino

SIR FEVER, EL TRIPLECORONADO URUGUAYO, NACIDO Y CRIADO EN EL PAIS, GRACIAS A LOS AFICIONADOS Y A LOS PERIODISTAS QUE MANTUVIERON VIVO EL TURF

Me imagino lo que debe haber pasado por la mente de los aficionados uruguayos. Es que el triunfo del primer representante nacido y criado en el país, es de todos los uruguayos, que con su fuego sagrado supieron mantener las carreras de caballos contra viento y marea. Cuando comenzaron a hablar, que la licitación para Maroñas era una realidad, lo viví intensamente en esa época, incluso viajando al país hermano, jamás me imaginaría que algún día los uruguayos iban a tener un triple coronado propio. Y se les hizo. Por supuesto que hay que reconocer el extraordinario trabajo que realizó la empresa que ganó dicha licitación. Se han conseguido tantas cosas importantes, que sería largo de enumerar, y lo que falta, pero ahora hay que hablar del invicto, del crack, un fabuloso caballo de carrera y hay que hablar de su público, del amor que le tienen a la hípica los uruguayos. En mis viajes, y siempre que me piden una impresión de Maroñas, digo que el público y sus periodistas lograron junto con la empresa llevar adelante este emprendimiento que es orgullo para el turf todo. Cuando Maroñas sólo recibía, vientos y lluvias, desolado, ellos empujaban con Las Piedras, y con cualquier circuito que sirviera para hacer carreras de caballos. Diarios, Revistas, Programas de Televisión y de Radio, acompañados por los Escenarios y por los Propietarios de Caballerizas y Establecimientos de Cría, todo con mayúsculas, como corresponde, como si estuviesen en el mejor del mundo, ellos lo hicieron. Se fue Maroñas, buenas son Las Piedras, Colonia, cualquiera. Y eso permitió que el Gran Maroñas, como le digo en mis notas, se levantara como se levantó. Hace pocos días mi hermano amigo Miguel Aguirre Bayley escribió una nota para Campana, sobre las condiciones de Sir Fever, haciendo una comparación con el extraordinario Yatasto. Y claro que vale reiterarlo, en esta nueva victoria del crack uruguayo.

Miguel Aguirre Bayley

Sir Fever a dos clásicos de emular la hazaña del supercrack Yatasto

Los triunfos alcanzados en Maroñas por el invicto Sir Fever hasta su reciente victoria en el “Gran Premio Jockey Club”, deslumbran y entusiasman a la crítica especializada y a la afición oriental. De principio a fin. No hay en toda la historia del turf uruguayo un ejemplar que haya realizado una campaña de pistas tan notable a esta altura.

Nueve presentaciones y la suma de nueve espléndidas victorias. Todas con sello clásico. Seis a los “dos años” y las restantes a los “tres años”. Un campo separa a sus escoltas más cercanos, con un total de 46 (cuarenta y seis) cuerpos a su favor. Todo lo hace bien y sin esforzarse mayormente.

Sir Fever está al cuidado de Jorge Avelino Píriz y su jockey es Federico Fabián Píriz, uno de sus hijos. En su rubro, ambos profesionales están ubicados entre los más ganadores en las estadísticas 2014. Además, padre e hijo, ocupan el primer lugar por clásicos ganados en la actual temporada: 18 el entrenador y 17 el piloto.

Sir Fever es hijo de Texas Fever (USA) en su primera generación y de la argentina Sirina. Nacido y criado en el Haras N.A. situado en el departamento de Florida, Uruguay, defiende los colores del stud “Oro Negro”, seguro ganador de la estadística clásica este año con 26 éxitos.

En nuestra opinión, su amplísimo triunfo en la “Polla de Potrillos” fue a todas luces brillante. El más lujoso de su exitoso palmarés. En todo el trayecto, su accionar fue más ordenado que en anteriores demostraciones y frente a las tribunas fue notoria su evolución en la forma de desplazarse con autoridad para la definición. En el “Jockey Club” confirmó lo realizado en la primera gema de la “Triple Corona” y brindó otra muy buena exhibición.

Sir Fever se ha ganado en forma legítima el derecho a conquistar la “Triple Corona”. Se trata de un potrillo de excepción. A juzgar por lo realizado, debe ser “triplecoronado” con nota sobresaliente, no obstante “la gloriosa incertidumbre” que sobrevuela en el mundo del turf, como nos enseñara el inolvidable periodista Julio Folle Larreta (Doncaster). Sir Fever, sus dueños, los profesionales a su cargo, su criador, sus allegados, el elevage nacional y la afición, se lo merecen.
Una reflexión final. Para encontrar parangón a sus actuaciones, hay que volver la mirada hacia Yatasto, el supercrack argentino del siglo XX, al que tuve el privilegio de ver siendo un niño cuando se impuso floreando y con ágil galope en el “Gran Premio Municipal” en Maroñas en 3’04” 3/5 sobre pista húmeda, con Ruben Baltasar Quinteros “haciendo pose”. El Aragonés, que ese año ganaría el “Carlos Pellegrini” en Argentina, fue a unos nueve largos su lejano escolta con Irineo Leguisamo, el jockey de todos los tiempos.
Ética y periodísticamente no hay lugar a las comparaciones. Incluido el “Jockey Club”, ambos pingos han hecho campañas asombrosamente similares. Invictos, con 9 victorias clásicas y, la mayoría de las veces, con “la fusta bajo el brazo” y por varios cuerpos. Sir Fever está a solo dos clásicos de emular las hazañas del inconmensurable Yatasto. El más grande. El zaino uruguayo tiene la posibilidad de lograrlo, por su clase, su corazón y endurance…

Le faltaban dos cotejos para igualarlo, ahora, ahora, sólo le falta uno…