Campana de Largada - Turf Argentino

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La antesala

MIÉRCOLES 20 SAN ISIDRO

Mitad de semana, con un pie en abril, otra vez cumplo años, viejo, terrorífico, temible. Cuando uno era pibe parecía que cumplía cada cuatro años, las fiestas no llegaban nunca, principalmente la de Reyes, lo mismo pasaba con las distancias. Me acuerdo que salíamos de la calle Demaría en Palermo y “viajábamos” hasta Plaza Italia, equipados, como que nos llevábamos una bolsita con una botella con agua, caramelos y galletitas. Partíamos con el “Gallego” Miguel y nos daba la impresión que salíamos en busca de Santa Cruz, el Chaco o algún lugar lejano, parecido. Hoy nos vuelve a convocar el Hipódromo de San Isidro, con un programa que comienza a las 14.15 y finaliza a las 20.30, luego de 15 competencias, incluyendo el Handicap Tatán, notable caballo que merecía seguir ostentando el record de los 2500 metros, pero un inútil tomó mal el registro y ahora lo tiene otro que en un mano a mano con el crack, hubiese entrado a cien metros o más. Cosas de los cronos, de los tiempos y de los inútiles. Va en la décima prueba hípica a las 18.15, sobre la distancia de 1400 metros en la arena, para todo caballo de 3 años y más edad, con una recompensa que asciende a 210.000 pesos. Seis ejemplares en línea. Kilos son medallas, y una reprise a nada de View On The Top (6), con cinco meses en el lomo, hablan maravillas de Corleone Vit, defensor de la Caballeriza San Lorenzo. Los restantes rivales no están anotados de gusto y reciben kilos, algunos por los cuatro costados. Todo pinta para presenciar una carrera formidable, hermosa, emocionante de bandera a bandera. Nos quedan los candidatos en los cotejos para caballos jóvenes, a uno por tiro, como acostumbra Campana: Dinozzo, Da Sebastiano, Adele Key, después viene El Bemberrio, un hijo de Not For Sale con Wilson Moreyra en su silla, potro que costó 660.000 pesos cuando lo remataron, y ahora corre la “CA”, no debería perder, Justa Causa y cerramos con Hernika. Nos extendimos un poco, pero valía la pena, el programa lo merecía. ¡Sí!

FRANCISCO GONCÁLVES

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por Osvaldo Martinez