Campana de Largada - Turf Argentino

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La antesala

MIERCOLES 14, SAN ISIDRO

Que el gobierno y los medios amigos hayan inventado que se habían acortado las diferencias en solo tres semanas y del increíble pensamiento de que las elecciones gubernamentales donde Cambiemos, en su mayoría, figuró a cien metros no son lo mismo que las elecciones nacionales, encontró a todo el mundo con la guardia baja, menos a nosotros. Pero el piñón en la mandíbula, la recibieron mucho antes de las Paso. Qué suponían, qué imaginaban, que la gente se iba a olvidar que durante todo este tiempo fue todo para abajo, menos la inflación y el dólar. Que todo fue un desastre. Que no le iban a dar ni un día más de los tres años y ocho meses de gobierno, mejor dicho de desgobierno. Que la gente tuvo que vender sus valores, casas, autos, mudarse, y comenzar a vivir de otra manera. Encima hay que aguantar que vengan y que hablen presidentes de otros países de nosotros, a pedido del gobierno nuestro. Ver las caras de los “periodistas militantes”, Majul, Lanata, Los Leuco, Los Leuco, Los Wiñazky, Los Wiñazky, Vilouta, y de las que no vimos, como Fernández Díaz, Longobardi, Willy Kohan, Sirvén, Del Río, Pagni, y tantos otros, sí, daban pena, daban lástima, tanto trabajo para nada. Vamos a la Hípica, que si Dios quiere va a dar un paso o dos o tres adelante a partir del año que viene. Una jornada tremenda en el Hipódromo de San Isidro, con 17 pases, en el horario de 13.30 a 20.35, en tanto y en cuanto no hay carreras para caballos de 3 años, sólo cinco de 4 años, más el cotejo jerárquico y el resto todo para arriba, en carreras difíciles de dilucidar. El cotejo central es el Clásico Cayetano Santos Sauro, en la distancia de 1600 metros, en el duodécimo pase de la reunión a las 18.15. Es para todo caballo de 4 años y más edad, peso por edad. El candidato de Campana se llama Es Sicario, pupilo del Nueva Imagen listo a cruzar otra vez victorioso, la quinta en nueve presentaciones. El País está herido de muerte con la subida del dólar con estos inútiles que nos tocaron en suerte. Se terminó, por fin.

HIPODROMO DE SAN ISIDRO

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por Osvaldo Martinez