Campana de Largada - Turf Argentino

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La antesala

SÁBADO 30, SAN ISIDRO

Una lástima amigos, hoy no tenemos carreras en el Hipódromo de San Isidro. Estaría preparando todo el material ayer viernes por la noche, despertador a mano, y es que nuestro deporte favorito, esta vez, en mi imaginación, comenzaba a las 11.00 y finalizaba a las 15.00 luego de 10 competencias con caballos jóvenes. Encontrarme con las Autoridades, con los Profesionales, con los Empleados de San Isidro, ver finales del Norte, esos donde vienen cuatro peleando la punta y atacan otros cuatro en los 50 finales, vibrante, divino, maravilloso. Enseguida, regresan momentos a la memoria, cuando entré por vez primera con mi Hermano Eduardo, caminata, tren, caminata, colectivo adentro y esa Popular que te abrazaba como si fueses un amigo de años. Cuando la reapertura después de ver esa obra colosal que hizo el Jockey Club de Buenos Aires, y tras la epizootia, cuando en el túnel apenas si había un luz allá lejos, cuando estuve enfermo y pensaba que nunca más iba a estar en ese escenario hermoso, lleno de recuerdos, y ahora, la vuelta, después de la pandemia. En estos días me hizo muy bien las palabras de Pablo Carrizo, y las notas que me regalaron los muchachos Alma de Turf y los de Recta Final y el mimo y el relato sentido, vía celular, de Osvaldo de la Caballeriza El Basti, cuando con su Hermano, fueron por vez primera al Norte, llevados por su Papá para ver el tremendo final de Regidor con Mountdrago, que casi dejo la vida de la emoción en mi primer Pellegrini, de los 300 a la raya. El corazón hacía a la par con esos dos campeones que luchaban nariz a nariz por la victoria, y el griterío de la gente me empujaba para llegar al disco triunfal. Falta nada, estamos en carrera, dentro de poco no será un sueño, y me abrazaré con todos.

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por Osvaldo Martinez