Campana de Largada - Turf Argentino

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La antesala

SÁBADO 19, LA PLATA

Soy Periodista, carnet número 9965, y por haber nacido en la calle Demaría, Palermo, a tres cuadras del escenario mayor de la Capital Federal, del Hipódromo Argentino de Palermo, arrancó, desde muy pequeño, la pasión por las Carreras de Caballos. Con el Gallego Miguel, amigo del alma, desde pequeños, jugábamos con los talonarios que encontrábamos después de cada reunión, incluso nos colábamos por la Tribuna Popular para ver el magnífico espectáculo de los sangre pura de carrera volando por la mejor pista de arena del mundo. Pasaron muchos años de esto, y si bien no me gusta entrometerme en decisiones de otras personas, sí, me agrada dar mi pensamiento, una idea al aire, para ver si resulta. La verdad no va a pasar nada si bajamos las recaudaciones en un mes de diez reuniones o posiblemente las subamos. Solo para saber si viene más público nuevo, y el que se fue herido, por jugadas carísimas, que los aficionados ya no pueden jugar. No hace falta decir que necesitamos, como el agua, el juego por Internet, pero qué pasaría si bajamos todas las apuestas, y levantamos lo recaudado por reunión. Como es posible que en un programa como el del jueves pasado, sensacional, apenas se jugaron poco menos de 28 millones de pesos. Más apostadores, más juego, más reparto, más todo. Un día de estos los “Gerentes” que juegan fortunas, y están felices apostando en una cadena con 200 pesos de base se van a cansar y como son pocos, nos vamos a quedar sin nada. Hoy tenemos 14 pases, comenzando a las 11.00 y finalizando a las 17.30. Por ser sábado las apuestas son más que interesantes, pero La Plata no hace todos los sábados. La prueba jerárquica va en la sexta a las 13.30, es el tradicional Clásico Pedro Goenaga (G2), 1500 metros, para potrillos nacidos desde el 1 de julio de 2018, con Santos Davos en lo más alto del podio. Las otras cartas son: Look At Me, El Jet Set, Buen Belga, Abbie Song y Juana de Oro. Recuerden, los “Gerentes” en cualquier momento se van y termina todo.

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por Osvaldo Martinez