Campana de Largada - Turf Argentino

SENSACIONAL PROGRAMA EN EL BOSQUE QUE VIENE PISANDO FUERTE DESDE HACE RATO. TIENE DE TODO Y PARA TODOS…

Como se puede apreciar no hago mención a las jugadas recientemente ingresadas en el programa platense. Son las dobles de $ 5.- que para la vista del público dan mucho más que las de $ 2.- y no es así y dejan afuera de las jugadas de las dobles, a mucha gente, ahora en tres pases. Si fuese al valor de antes, daría exactamente igual si se jugaran dos vales y medio a la doble ganadora. En síntesis, creo que no permiten ingresar a las dobles a jugadores que apuestan $ 2.-, porque quieren o porque no pueden apostar más en dichas jugadas. Y los que quieran cobrar “supuestamente más plata”, pueden jugar de base $ 5.-; $ 10.- o $ 100. Haciendo las cuentas es lo mismo y entran todos al “pelotero”. Salvo que me digan que las apuestas a $ 5.- recaudan mucho, pero mucho más que las de $ 2.- El Bosque mismo lo impuso cuando se dio cuenta que el quíntuplo a $ 1.- es el mejor negocio que se puede hacer. Hace minutos lo entendió San Isidro, bajando el segundo quíntuplo a $ 2.- en lugar de $ 5.-

Y ya que estamos con las apuestas porqué no seguimos los ejemplos de otras partes del mundo. Que todo valga un peso y se terminaron las idas y vueltas. El que quiere jugar “uno” juega “uno” y el que quiere y puede, juega “cien”, juega “mil”.

Hay que darle la posibilidad a todos, y vale contar lo que sucedió en el escenario palermitano, el 23 de mayo, cuando mi hermano Eduardo “Quique” Martínez jugó un Pick 4 derecho, cosa que hace mucha gente por el valor de base: Hauswagen, Mi Gran Laurier, Brujita Storm y Tifón del Alba y dio $ 1.935,25. Cerca de él, varios muchachos que invierten mucho dinero, con apuestas de por ejemplo, todos, todos, un favorito y todos, lamentaban no haber puesto a uno del Dilú con Giorgis, en la misma apuesta. Algunos juegan la mínima y otros, fortunas. La cuestión que en las carreras el dicho de “billetera mata a galán”, se cambia por el de “billetera no mata al que sabe”.

Con referencia a la suspensión por doble anotación de Immaculate, digo lo siguiente, en presente, con mi nombre al frente: Osvaldo Martínez.

Aparentemente los profesionales Pablo Falero y Juan Carlos Viviani, estaban y estuvieron de acuerdo de correr al ejemplar en cuestión en el Hipódromo de San Isidro. Fácilmente Immaculate estaría un mes parado, en descanso, corriese como corriese en la carrera del Norte. Y el reglamento dice claramente que caballo con doble anotación es suspendido por un mes. Qué sucedió, las autoridades le dieron dos meses por estar anotado en un Clásico. Eso está mal. Es lo mismo una de perdedores que un Clásico. Pero eso sí, el reglamento tiene que ser respetado, a rajatabla, sin agregados y sin culpas en las mochillas, de tal o cual profesional, me refiero a Juan Carlos Viviani.

Sabemos que hay unas cuantas trampas para retirar un caballo en doble anotación. Cosa que ni Falero, ni Viviani, trataron de hacerlo. Y eso hay que tenerlo en cuenta al penar a los responsables. Ya sé que en televisión salen los tipos que devuelven un bolso con guita, cosa que tendría que ser normal. Pero también puedo agregar que para esos días se comentaba firmemente que en San Isidro se estaba preparando un paro durante la reunión, por intermedio de los empleados, por la cantidad de carreras que se estaban programando en los últimos tiempos. Si se hubiese dejado a Immaculate, solamente en San Isidro y se paraban las carreras, el caballo de Viviani no hubiese corrido en ninguno de los dos lados. Y así tendríamos una pila, una montaña de explicaciones, pero siempre cumpliendo el mes de pena. Porque lo importante, es que el mes, el mes es para todos.

Por ejemplo nadie dijo nada de un tal Tribalista: En pista húmeda, el lunes 6, fue retirado en la primera carrera de Palermo. Y al otro día, martes 7, salió corriendo en La Plata, en la cuarta prueba hípica. Muchísimos aficionados quedaron afuera, a “sabiendas” que no lo iban a dejar correr, en el juego de la cuaterna. Y el caballo salió, corrió y ganó, abonando $ 3.30 a ganador. No creemos que lo hayan retirado por pista, cuando en ese terreno cuenta con un triunfo. Nadie dijo nada, nadie.

Disculpen la charla, pero estas cosas hay que hablarlas, hay que comentarlas, hay que preguntar a la gente, hay que caminar la cancha y las tribunas, mantener un diálogo fluido con los profesionales y después desarrollarlas y decirlas con respeto a quien corresponda. Es la mejor manera de cuidar nuestra actividad.

Para prender una mecha y que vuele todo por los aires, hay que tener fósforos en el bolsillo y deseos de que explote la bomba encendida, arriba de la mesa, en nuestra casa.

No es mi caso…

En las carreras más importantes, podemos decir que en el primer pase del Premio Sexy Night, debería ganar Contesito, de gran debut. En el segundo turno, ya es más abierta, entre Equal Fortune, Candy Cat y Lucky Zaino.

Entre medio figura el Especial Independencia con once ejemplares en la nómina. Profesionales de primera y potrancas de lujo, con sangre para regalar. Se hablan maravillas de Our Beauty, del “Mago” Yalet, de Siempre Lucre y de la yunta del Firmamento, integrada por Miss Gea y Step Fine.

Y todavía queda el Clásico Caballerizas Argentinas (L) en once cuadras y donde manda la Sunray Spirit de la caballeriza Rosa Isabel, al cuidado de Jorge Mayansky Neer, y presentada por Eduardo Liceri. Le sobran antecedentes, anda que no toca el suelo en privado y tiene a Jorge “Teacher” Ricardo en su montura.

No, no me olvidé, aquí están los anotados:

En primer lugar los agradecimientos que pueden traernos nuevas alegrías:

Wild Optimist, The Whised, La Paceña, Lanzasoles, Body Sam, Diego El Grande y Holly King.

Vamos con los otros:

Román Jack, peligro de gol…

Señora Delia, no puede perder…

Bellizzimo, un día de estos saca varios y llega parando al disco. Eso sí, cuando le juegues los dos pesos a ganador, no digas haciéndote el sabio que te gusta el siete. Hay que decir la pura verdad: “el loco de la página cuenta que es una bomba de crema”.

Rudy´s Boy, ataque Sultán…

Abrazo, hablemos más…