Campana de Largada - Turf Argentino

FABULOSO PROGRAMA EN PALERMO CON 17 CARRERAS DESDE LAS 13.30 HASTA LAS 21.30, INCLUYENDO EL CLASICO MANUEL J. GUIRALDES (G3) EN 1400 METROS

Estamos en carrera otra vez, gracias a Dios. Podría estar hablando del mundial de futbol, pero no, eso lo voy a comentar más adelante, es que mi hermano Eduardo volvió a correr la carrera más importante de su vida y sigue consiguiendo cotejos de Grado Uno, contra viento y marea. Treinta días internado, operado, y hoy, saliéndose de la vaina, por estar en su lugar preferido, viviendo las emociones de un final cabeza a cabeza, rodeado de amigos y compartiendo sus escritos con campanadelargada.com. Lo dice a cada momento, él, tiene una mala salud de hierro, pero sigue firme viviendo y no al todo o nada, al todo. Pone el cuerpo y le da para adelante. Salimos hace minutos del Policlínico del Docente de la calle Lavalle, y el flaco ya está instalado en su casita, máquina en mano y listo para darnos lo que nos sabe dar todos los días en la página. Este miércoles, con la escarapela en la solapa del saco, nos comunicamos poco antes de la pitada inicial en Brasil, jugando Argentina y Holanda. Me dijo algo maravilloso instalado en un bar de las cercanías de su hogar “estoy viendo pasar la gente y los autos delante de un plasma”. No es extraordinario, internado treinta días, como preso, peor. Volvió pasito a pasito a su domicilio, gritando por dentro ¡Argentina!, ¡Argentina! y por lo que le había sucedido en el bar, craneando unas líneas para campana. Pasadas la una de la mañana me llegó este email para la antesala del viernes, aquí está:

REVENTA Por Eduardo Martinez

- Hoy hice la reventa de una entrada para el Mundial.

- ¿Para la final?

- No. Para la semifinal con Holanda.

- ¿ Para hoy?.¿Y cómo?. Si vos estabas acá en tu casa.

- Te cuento. Estoy sin cable gracias a los muchachos de Telecentro (saludos mil) aunque lo contraté y lo pagué en mayo. Por eso a las 3 de la tarde me mandé al restaurant de la esquina. Quería estar temprano porque después iba a ser un loquero para conseguir ubicación.

Mesa individual, delante de un plasma, me pedí un lomito con morrón, papas fritas, huevo frito y un agua mineral. A la hora del partido no cabía un alfiler. Estaba con un flan con dulce de leche cuando entra un tipo con pinta de turista, gorrita con visera. Era turista. Preguntaba en ingles a los mozos si había un lugar. El único lugar era la otra silla que estaba en mi mesa, no ocupada porque pensarían que estaba esperando a alguien.

“Sit down, here, mister” le dije con mi inglés elemental cuando lo vi mirar la silla vacía. Casi me besa las manos. Le entendí que estaba ansioso por ver el partido y que era canadiense.

Se pidió por señas una cerveza, grande hizo con las manos, y vimos el partido. Por los gestos lo sufría como un argentino.

En el segundo tiempo se pidió otro tubo y antes del alargue salió a fumar. Yo ya estaba por el tercer café cuando llamó al mozo e hizo el gesto de pagar. Mientras le hacía la cuenta el hombre le dijo “All” y abarco girando la mano toda la mesa.

“No, le dije, yo comí, no corresponde” y amagué pagar pero insistió, “Yes, yes” y le dio al mozo 300 pesos de una abultada billetera repleta de plata argentina.

Después vinieron los penales, y los abrazos y los festejos. Nos despedimos con un apretón de manos y desear volver a vernos.

- No se puede creer.

- Sí, sobre todo porque cuando estaba lleno el local se me cruzó por la cabeza “¿A cuánto cotizará esta silla?”. ¿Hice reventa o no?. Y por los precios que se manejaban vendí barato.

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Y sí, estamos en la final. Y a minutos de haberlo conseguido, ya se hablaba que una entrada para el cierre del campeonato de futbol, Argentina y Alemania, se estaba revendiendo a quince lucas, dólar, lógico. Se podría preguntar, como cuando uno vendía vales de la triple en otros tiempos. ¿Acompaña a ventanillas?. Ya le propuse a Quiquín que vaya a cenar el sábado a la noche y se quede…¡Ji! ¡Ji! ¡Ji!

Hoy, viernes, nos metemos de lleno en un programa bravísimo, ni hablar del cotejo jerárquico, el Clásico Manuel J. Güiraldes (G3) en el tiro de 1400 metros, para potrancas desde el 1 de julio de 2011, todas con 56 kilos, con 14 ejemplares preparadas para saltar de las gateras en el octavo turno y a las 17.00 en punto. Justamente son 17 pases, que arrancan a las 13.30 y finalizan a las 21.30. Incluyendo tres carreras para potrancas en el kilómetro.

Vuelve Cincinnati Flower, la Pure Prize de Api Pavlovsky, que impuso condiciones en las dos primeras carreras, incluyendo el Clásico Saturnino J. Unzué (G2) y luego en el césped pesado de San Isidro, la juntaron con cucharita, cuando defendía su invicto. Por supuesto que no fue normal, por ello el tiempo en boxes. Retorna con los diez puntos largos y vaya que costará postergarla. En eso andará Sonrisada, la del Triunvirato logró dos impactos, una mejor que la otra y si en los 300 está a tiro de las líderes, las va a pasar de largo. Sol y Sol y la invicta Kalithea, tienen lo suyo, que es mucho y todavía quedan para nombrar a Gatita Rye, que tiene mucho fogueo, la yunta de El Alfalfar, durísimas si hacen el juego correspondiente, O´Kate y Forty Golda, son las sorpresas de la prueba que nos ocupa.

En la segunda, ganadoras de una, la cosa es mano a mano entre Santandava y Bambuca Nistel, que vienen de llegar pegaditas, frente a Feet The Race. En la tercera, Sarahri quedó a las puertas y en la quinta, ya es hora que Harlan´s Crazy, salga de perdedora.

Que disfruten de una tarde noche de turf y a prepararse para el próximo domingo en este mismo escenario, recuerden que por el mundial, por la final, por Argentina, la reunión comienza a las 10.30. Por favor les pido, no me dejen solo, me puse de garantía ante el Hipódromo Argentino de Palermo, que sería mucho mejor hacer el programa de mañana, para dejar la tarde libre y poder mirar el partido. Y las autoridades de Palermo lo hicieron.

Que el lunes no tenga que decirles “les ofrecí algo distinto, un hermoso programa de mañana, en el mejor Hipódromo, el de Palermo, con los mejores profesionales y con los mejores caballos, y me responden con un…¡nos quedamos dormidos!”.

Los espero, gran abrazo y gracias 1000, por estar con nosotros.

Cada día somos más…