Campana de Largada - Turf Argentino

SE HABÍA ESCAPADO CON LUZ EL EXCHANGE RATE DE OMAR  LABANCA, PERO PASO A PASO, METRO A METRO, EL HIJO DE KEY DEPUTY FUE DESCONTANDO Y ESTAMPÓ MEDIA CABEZA

Cuando aterrizó en Palermo ganó una carrera espectacular, tras un horrible debut en La Plata, que había dejado sin dormir a sus profesionales y profesionales. No podía ser, decía Roberto Dulom, decía Rodrigo Blanco y decía Alfredo Camogli. Borrón y cuenta nueva, traerlo a Palermo, cambiar de escenario, es lo que hay que hacer cuando un caballo le tira al piso y pega en una pared, sin que tenga nada en la vista o en el pulso. Pues bien, viajó a Palermo, y lo dicho, la puso en un ángulo, para el que quería escuchar un lindo cuento, el piloto comentaba antes, no después que el Key Deputy no podía perder. Luego de esta historia, todos los caballos la tienen, salto otra vez a las de codo, pero en Palermo, y contra un monumento a la fija, como lo era Exchange Kiss, que había desertado de la Copa Bullrich, mucho tiro y se quedaba con esta de 1200 para hacer palo y carambola. Y fue así, el pupilo de Omar Labanca le dio adelante, seguido primero por Catinzaco, pero después, ya en plena recta por Some Day Key.

El tremendo hijo del padrillo estrella, hoy más que nunca, otro 2 años al tope del marcador, con sus 554 kilos de puro músculo y pura potencia, y pese a venir saltando en algunas partes del recorrido, fue en busca del líder, que parecía inalcanzable. Que en la impresión era imposible agarrarlo, sólo si se tienen garras, el potrillo y el jinete. Faltaban 150 metros y parecía estar todo escrito, pero ni Blanco, ni Some Day Key se la iban a regalar. Escarbó el gigante y a metros de la sentencia lo tapó para ganarle por media cabeza, a varios cuerpos, tercero llegó Zero Tolerance.

Some Day Key (554) es hijo del extraordinario Key Deputy y My Dear Cat por Easing Along, pertenece al Stud El Alfalfar, nació y fue criado en el Haras El Alfalfar, de Alfredo Camogli, un crack, lo entrena Roberto Dulom, qué entrenador señores y lo llevó a la victoria, aplaudan señores, no dejen de aplaudir, el jockey Rodrigo Blanco, que estuvo impecable en su cometido. El ganador ha salido tres veces a las pistas, con dos triunfos, marcha invicto en este piso, marcando 1´9”55 para los 1200 metros con parciales de 22”52 los 400 y 45”23 los 800. La foto de la bandera verde, Alfredo y Roberto esperando la verde, es fiel reflejo de cómo se vive una final tan ajustado.

Vean el vídeo y anótenlo para la milla y alrededores. Y apuesten a que llega solo…