Piedra, papel o tijera
EL PRESIDENTE DEL JOCKEY CLUB BIEN TEMPRANO
.
por Osvaldo Martinez
HABÍAN PASADO HORAS DEL GRAN PREMIO INTERNACIONAL CARLOS PELLEGRINI (G1) Y YA TODO SAN ISIDRO, SE VOLCABA A PREPARAR EL LONGINES GRAN PREMIO LATINOAMERICANO (G1). PERO POR MOTIVOS DE SALUD, DE LA POBLACIÓN, CASI TODO QUEDÓ POR EL CAMINO. IGUAL SE CORRIÓ Y GANÓ UN CABALLO ARGENTINO, CON PROFESIONALES ARGENTINOS.
Eran las 11 de la mañana, diluviaba en la Panamericana, y después de esperar pacientemente la autorización para entrar al predio del Hipódromo de San Isidro, me interné en los caminos tantas veces recorridos, en esta oportunidad, casi en soledad…
Instalado en una de las mesas de la Oficial, vi pasar paraguas en mano, al Presidente del Jockey Club Argentino y Presidente de la OSAF, Miguel Crotto Sojo. Con el permiso concedido, siempre pregunto si puedo tomar una foto, fotografié al “Presi”, a pasos de ingresar a la Comisión de Carreras, un par de horas antes de disputarse la primera carrera de una jornada extraordinaria, a la que lamentablemente, le iba a faltar los aficionados.
Tenemos que dar gracias a Dios que las Autoridades de la Provincia hayan decidido que se corran las carreras, en especial el Longines Gran Premio Latinoamericano (G1). Estuvimos a un paso que suceda esto ante el “Ferrovirus”, que unos días antes, en una medida realmente inexplicable, porque bien sabe el directivo de la Asociación Gremial de Profesionales que el dinero que nos falta es porque el Presidente de la Lotería de la Provincia de Buenos Aires, no hace efectivo el total de lo que tienen que darle a los escenarios, por el Fondo de Reparación. Capaz que sigue pensando, el Presidente, como lo venían fogoneando, “vidalvirus” y el “macrivirus”, diciendo, acompañado por sus “periodistas militantes”, que era un subsidio.
Nos los sacamos de encima a los tres, gracias a Dios, pero vamos a tener que luchar ante una cuarta enfermedad, el “coronavirus” que dejó en el aire, las palabras escritas por Miguel Crotto, en la primera página del Programa Oficial de la reunión del Latino (G1). Claro que igual se corrió, y eso vale mucho, en un gran esfuerzo de las fuerzas vivas del Hipódromo de San Isidro. Nuestras felicitaciones, pese a que se tuvo que eliminar las otras grandes emociones preparadas para la familia durante toda la jornada.
Esperemos que este virus se retire rápidamente y volvamos a vivir sin temor a contagiarnos, especialmente los “abuelitos”, como el que escribe esta nota, y entonces sí, en la primera de cambio, en una de las grandes fiestas de San Isidro, se cumplan las palabras del Presidente del Jockey Club, “Sean todos bienvenidos a nuestro querido hipódromo que, en definitiva, es la casa de todos ustedes. Es la casa del Turf, un lugar donde corren sus emociones”.
Pido disculpas a todos los amigos, especialmente a los Periodistas Extranjeros, seres queridos, a los que le debo un gran abrazo. Nadie sabe quién tiene el virus, hasta que salta la fiebre y la tos y las descomposturas, y la verdad, yo venía de un 2019 horrible. Me tengo que cuidar hasta que estemos todos a salvo. Incluso se dice que a la brevedad, me llevan preso si me ven por la calle. El Abuelito que estuvo desde las 11.00 hasta las 23.00 en el Hipódromo de San Isidro, sacando fotos, subí 168 más las de esta nota, a mi página, realizando el Programa Campana TV, escribiendo hasta las 4 de la mañana y pasando fotos, levantándome a las 8, para poder terminar las notas, parece que va a tener que cumplir con el “arresto domiciliario”, que le dicen.
Me faltó la gente, pero la emoción fue grande, enorme, el choque de puños con Gustavo “Pintita” Calvente en su ingreso al recinto de los vencedores, lo voy a guardar en mi corazón para siempre, con una foto, gentileza de José Maluf, Fotógrafo del Hipódromo de Mendoza, muchas gracias José´, que estará al lado, de otras dos que están en mi escritorio. Relatando a Mat Boy en los Estados Unidos y haciéndole un reportaje, bajo la lluvia, cuando Oscar Conti pegaba la vuelta para recibir todos los aplausos, tras ganar con Chullo el Pellegrini (G1).
Junto a las de mis 11 nietos, que sé, me miran desde las fotos, pidiéndome que pare la pelota
Dejar un comentario: