Campana de Largada - Turf Argentino

SE GANO CON PRESICION EN EL MANEJO DE UN PURA SANGRE DE CARRERA EN EL CESPED PALERMITANO. Y CUANDO TUVO QUE PONER ALGO MAS, SÍ, LO PUSO

En el segundo turno del Premio Infiltrada, 1600 metros, en el primero había dejado notable impresión Freudiano, hijo de Freud, alcanzando una carrera imposible en el último salto, también hubo emoción de la buena. Toda vez que se unieron Jorge Ruiz Díaz con Candy Empir y José Da Silva con Presstísimo. Los dos jinetes de primera arriba de dos tractores de 504 kilos cada uno, que definieron mano a mano desde los 150 a la raya, palo va palo viene, piernas, brazos y alguno que otro roce, que bien merecía un reclamo del recién llegado, un muy buen piloto por donde se lo mire, que recibió un par de caballazos, pero sin chistar se la aguantó pagando el derecho de piso.

Ambos defendieron los boletos de sus apostadores a todo o nada.

Otra vez se lució el Starter, reitero, ahora tiene la posibilidad de hacer su trabajo tranquilo con las gateras nuevas, por fin, por fin. Perfect Check, Candy Empir y Michigan, salieron en primera fila, pero sin diferencias con los otros, que habían partido en perfecta línea. Formalizada la prueba Candy Empir asumió la vanguardia, con poca ventaja sobre Michigan, luego Perfect Check y Triple Equis, luego Presstísimo y Lost Legend, con Jules Verne en el fondo del lote.

No hubo variantes de importancia hasta que pisaron la recta. Hábilmente Jorge Ruiz Díaz, los juntó a todos, tirando para afuera, por el mismo lugar que el joven piloto toma siempre, como también lo hace Noriega, la tienen bien medida viniendo de punta. Entonces por dentro se filtró Perfect Check, y desde más atrás salió al costado izquierdo del líder, Presstísimo, con Da Silva, que lo llegó a igualar y a sobrepasar en el intento final de atrapar el disco con las manos.

Pero Jorge Ruiz Díaz no estaba dispuesto a ceder el mando y comenzó a luchar como lucha el “Bibliotecario” en los finales. Se dieron, hubo un par de roces de Candy Empir contra Presstísimo, y cuando parecía que el hijo de Que Vida Buena ya definía la prueba, Ruiz Díaz hizo rendir el doble a su conducido, para vencerlo por la cabeza. A largo y medio pasó Jules Verne, descontando mucho y a cuatro cuerpos más, en el cuarto, Michigan. Con Lost Legend, Triple Equis y Perfect Check completando el marcador.

Candy Empir (504) es hijo de Seattle Fitz y Emeraldina por Candy Stripes, pertenece al Stud Levalle de Río IV, nació y fue criado por María Isabel Kelly y Enrique Alfredo Mascotena, lo entrena Mariano Iguacel Loeda, y lo condujo Jorge Ruiz Díaz, a todo o nada, fue todo. Empleó 1´38”98 para el tiro de la milla, ha salido a las pistas en cinco oportunidades, logrando dos triunfos, un tercero, un cuarto y un no place.

Nota para José Da Silva, para nosotros un muy buen piloto, ya lo hemos visto en acción, que bien puede reclamar si considera que ha sido molestado por otro jinete. Nadie le va a decir nada, y de esa manera podrá defender como defiende siempre los puestos, luchando con las buenas artes. Jorge Ruiz Díaz las defendió como dijimos, a todo o nada, fue a todo, pero también pudo ser a nada, si hubiese pasado un milímetro más de la línea permitida y el Comisariato hubiese visto lo que vimos nosotros.

Los dos dejaron muy buena impresión. Y con referencia a la división, ya se sabe que no pueden correr muchos en el pasto, pero sirve y mucho porque para próximos cotejos tenemos dos ganadores y si se hacen carreras de una o dos, tranquilamente van a estar anotados Peruggio, segundo en la tercera y Prestíssimo, en la quinta.

The End…