Campana de Largada - Turf Argentino

LINGOTE DE ORO, Y UN FINAL DE CABEZA A CABEZA INOLVIDABLE. GANÓ EL GRAN PREMIO REPUBLICA ARGENTINA (G. I), ANTE UN EXTRAORDINARIO ETERNAL FIRE

Los nefastos personajes que crearon la inexistente antinomia, entre jugar bien y ganar, me/nos quiere/quieren hacer creer, que es lo único que importa. Y así está, el mundo, a resultado puro. Te echan hasta porque respirás mal. Dijo Valdano “Solo los mediocres no aspiran a la belleza”. Seguro estos “muñecos”, cuando iban al boliche, se querían levantar a la más fea. Porque como lo único que importa es “ganar”, y no importa, quién ni la manera…Yo siempre aspiro a lo mejor. Y siempre voy aplaudir más un caño, un sombrero y una gambeta, que alguien que se tira a los pies o revolea una pelota. Porque ganar, queremos ganar todos. Y perder, siempre prefiero perder como el Barcelona y no como Argentina en el ’90, que bajo la ideología de quiénes defienden la política del “ganar como sea”, fracasó estrepitosamente, si es que son coherentes. “Del segundo no se acuerda nadie”. Pero, ¿Y de Holanda del ’74, o del último Huracán, verdadero campeón, no?

Esto viene a cuento, y perdón por la introducción, porque Eternal Fire, que no corría desde su gran faena en el Pellegrini pasado, cambiando arena por pasto por primera vez, perdió contra un gran caballo como Lingote de Oro, el caballo del pueblo, el que todos quieren que gane, porque se ganó el cariño de todos. Y propietarios, simpatizantes, profesionales, allegados, apostadores, o lo que sea, tienen que estar inmensamente felices de ver como perdió, el caballo del Santa María de Araras, dentro de la tristeza/bronca que da perder. Pero perder así, da tanto gusto, como cuando pierde el Barsa. Porque lo de Juan Carlos Noriega fue brillante en la silla de Eternal Fire.

Faltó City Black, que fue reemplazado por Lonkotun, o sea que el único suplente de la prueba fue titular. Y como siempre “estacionaron” de cola en la gatera a Lingote de Oro, mientras que Saucy Jet, estaba un poquito nervioso, pero entró sin problemas y ya abierta las jaulas salió a hacer la delantera y dobló el primer codo en la vanguardia, Innumerable, con Gustavo Calvente, seguido de Relámpago Moro, con Juan Cruz Villagra, Eternal Fire por los palos, Bombón Suizo, cuarto por afuera, Riomaggiore, con Altair Domingos y Lingote de Oro, con José Ricardo Méndez.

Ya ingresando al codo, el segundo puesto lo fue ganando desde atrás y paulatinamente Don Valiente, mientras que Noriega por adentro y “JR”, por afuera, se empezaron a hacer “marca personal”, mientras, Innumerable seguía adelante seguido por el del San Benito, con Julio César Méndez. Quinto, se puso Aldeano Nov, con Jorge Antonio Ricardo.

Cuando ingresaron en la recta final, era cuestión de dos realmente. Plantó bandera el de Calvente, de interesante gestión y a falta de 400, un final de cabeza a cabeza y de ganador incierto, con dos jinetes geniales. Los demás, lejos de la realidad. De los palos, “Chupino” y por afuera el “Corto”. Las comparaciones son odiosas pero, permítanme soñar con un final, Nardi y Etchart. El talento no exento de fuerza, abrigado a las tablas y la fuerza no exenta de talento, a su lado exterior. Ellos dos, mano a mano, el grito sostenido de la gente, el final emocionante, el que, aunque suframos, aunque perdamos 4 a 3 sobre la hora y nos de bronca, aunque perdamos plata, no nos podemos reprochar, ni le podemos reprochar nada a nadie. Y “JR”, que en la raya ajustició, porque sí, como medio metro antes, ajusticiaba Noriega, porque los dos tenían, los dos guardaron y por supuesto, los dos tenían abajo, con qué ganarla. Sin “motor”, imposible. Pero con motor, hay que saber cómo. Emocionante. Espectacular. Brillante. Cabeza, el fallo definitivo. Marcador oficial. Tercero, Aldeano Nov y Calidoscopio y Mithrandir, entraron a medio pescuezo y medio cuerpo. Los parciales fueron de 24’’82, 48’’33, 1’11’’95, 1’35’’29 y 2’00’’12, cada 400 metros.

El primero en saludar a Méndez, fue Gianetti. Luego lo hicieron Blanco, Ruiz Díaz y Calvente. Y el “Corto”, que en su camino para la foto triunfal, recibe los aplausos del público, que colmó las tribunas, como en las grandes reuniones. Porque ya lo dijimos es el caballo del pueblo, aunque no tenga el palmarés para serlo. Eso es algo que decide la grey burrera, no los éxitos. Y ahí está el abrazo, con el peón de Lingote de Oro, Norberto, que llora a moco tendido, porque ganó su “hijo”. Incomparable emoción. Incomparable.

En la entrega de premios estuvo por el santafecino stud Keyser Soze, respaldado por el Dr. Carlos Felice, secretario de la UTTA, Valeria Scatularo, que recibió el trofeo máximo de manos del Presidente del Hipódromo Argentino, Federico de Achával. Por el criador de Lingote de Oro, el haras La Providencia, estuvieron la señora Teresinha De Pieri y la señorita Paula De Pieri, que lo recibieron de Ariane Grabeaux, uno de ellos y el otro, por la, también presente embajadora irlandesa, muy simpática y amable ella, como siempre, Philomena Murnagham, alguien que cuando puede se acerca a los grandes eventos de nuestro turf. Muy bien por las mujeres, si señor. También se hizo presente el 7 veces campeón argentino de polo, Bartolomé Castagnola, coterráneo de quién escribe, lomense él, 10 goles de hándicap y que entregó el trofeo instituido para el cuidador a Ernesto Romero. El Lic. Gustavo Ratti, hizo lo propio con José Ricardo Méndez, que se llevó todos los aplausos, y luego se entregaron los diferentes premios de la Copa Lotería Nacional, entidad que estuvo representada por su Gerente Administrativo, el contador Reynaldo Pedro Venditto, el Gerente de Asuntos Jurídicos, el Dr. Guillermo Mahle y el Gerente de Fiscalización, el Sr. Fernando Solís, que incluyeron uno para el vareador de Lingote de Oro, Santiago Cornejo.

El ganador, que acusó en balanza 510 Kg, Lingote de Oro, es hijo de Orpen y Laika, en madre por Old Trieste. Nació el 4 de agosto de 2005 y fue criado por el Haras La Providencia. Corrió 18 competencias, con 7-5-0-2-1-4 de record, y logró su segundo grupo uno consecutivo. Tras mucho sufrir, llegó la hora de gozar. Enhorabuena, para todos. Lo tienen muy merecido. Y también para Eternal Fire, que pide, con toda razón, revancha inmediata. Ojala, la podamos ver y disfrutarla como hoy. Seremos felices, hasta en la derrota.

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