Campana de Largada - Turf Argentino

NI PENSABA SALIR A LA PISTA EN ESTE COTEJO JERARQUICO. LA ANOTARON DE ULTIMA Y A LO HERRERA SE MANTIENE INVICTA

Así son las carreras de caballos. Se conformaron unas cuantas cosas para que la poderosa hija de Mutakddim (468 kilos) estuviese en el Clásico General Lavalle de Grado 3, un domingo 13 de junio de 2010. Tras salir de perdedora el 27 de marzo los responsables de La Quebrada y el entrenador Jacinto Rafael Herrera, se abocaron a estudiar la próxima anotación de la zaina. Y casi se había llegado a la conclusión de presentarla en una prueba sobre la distancia de 1200 metros.

Pero de pronto apareció el Lavalle, anotación de prueba y como no habían salido muchos ejemplares, a último momento decidieron ratificarla. Y justo Talaverano, el que la había llevado a la victoria en el debut, corría a una del Firmamento. Entonces se la ofrecieron a Pablo Gustavo Falero. Y el hombre a decir verdad, con esa chaqueta, es difícil que venga para el pesaje con las manos vacías.

Sabemos de la dificultad de los jinetes para dar el peso justo. Y no es para participar en un juego por televisión. En el caso de Andrea Marinhas le metió 53 clavados a su conducida. Horacio Betansos (53,500) y Eduardo Ortega Pavón (53.300) y no está nada mal. Talaverano fue de 55.700, Falero de 55.300 y Blanco de 56,100 a Que Chistoso que por macho se anotó con 55.000. No es fácil lo de los jockeys. En todo sentido dije una y mil veces que merecen un monumento. Corren con lluvia, nieve, viento, granizo y tienen que mantener su peso, privándose de casi todas las comidas y hasta teniendo que correr por la mañana, hacer cinta, o jugar al paddle, como hacen muchos. No es sencillo mantenerse. Claro que no. Viene a cuento este comentario, porque los 53 kilos son pocos los jinetes que pueden darlo.

Se fueron para los partidores, pasando por delante nuestro Pablo Falero y Rodrigo Blanco que habían corrido en la prueba anterior, incluso “Aladino” cruzando el disco en primer lugar con Maxi Pelusa. Otro de los caballos que nos arruina la estadística que hace mi hermano Eduardo “Quique” Martínez. Es que ganó con el número 19, pero por obra y gracia del piloto, terminó por el andarivel del 6. Y aproveché para hacerle una chanza al mejor jockey. Es que su conducida estaba nerviosa, inquieta y entonces le grité: “pibe si querés que doble para la izquierda hacele así” y le mostraba con el brazo izquierdo el movimiento que tenía que hacer. Falero sonriendo se dirigió hacia el fondo de la recta, seguido por Rodrigo Blanco acompañado por un palafrenero, porque el pupilo de Roberto Dulom, es bastante loquito.

Todo listo, costó que Weeping Cat entrara y se acomodara de una y soltaron. La verdad las fotos que le tomé a la pantalla gigante no son muy buenas que digamos, pero sirven como documento de los primeros metros de la competencia.

La carrera se hizo muy veloz desde el pique mismo, con Que Chistoso, Centolla Jet por fuera, por el medio lo hacían Wepping Cat, muy cerca Sembra Fe, por dentro de ella Grand Coquette y entre medio cerrando la marcha Watch Her. Pasada la tranquera e internándose en los metros picantes todo seguía igual, aunque notando que la pupila de El Alfalfar no tenía la furia de otras tardes, Que Chistoso buscaba afuera, como hizo toda la vida y Centolla Jet y Grand Coquette, una bien abierta y la otra por dentro, no eran de temer.

Sembra Fe mandaba y fue entonces cuando Falero decidió buscarla por adentro, entre medio de la del Firmamento y la del Arcángel. Siempre guardando algo de resto. Todos estaban cansados, la cancha no estaba para grandes esfuerzos ni para grandes marcas. Y Andrea Marinhas se escapaba con Sembra Fer.

Pero bastó que la Manipulator buscara apenas adentro para que Falero corrigiese la línea (ya para quien escribe estas líneas es normal decir que no conduce caballos, son motos, los saca en una baldosa, como si tuviesen cambios y acelerador) y buscase a su costado exterior.

Ya cuando le mostró la pista libre, la Mutakddim salió como un rayo, para en corto recorrido pasarla de largo a Sembra Fe, que seguía buscando hacia el lado interior de la pista. En el disco fueron cuerpo y medio de ventaja. A siete cuerpos más en el tercero pasó Centolla Jet, de gran carrera (era la menos jugada del lote), doblegando por la cabeza a Grand Coquette. A tres quedó Que Chistoso (no te metas más con las muchachitas) y en el fondo, herida, Weeping Cat. Todo en valiosos 57”01 para los 1000 metros, sobre pista muy alterada.

Cuando pisó la herradura triunfal mientras le tomaba otra foto, le acusé que había ganado por las indicaciones cuando se iba para las gateras. Entre sonrisas, Jacinto Herrera lo fue a buscar para darle la mano y felicitarlo. La gente, puedo asegurarles estaba conmovida, emocionada, dos de los pilotos más representativos del 50% y del otro 50% de los aficionados durante tanto tiempo en las pistas, se estaban abrazando en el podio. Y se acercó María, la esposa del gran jinete peruano, acompañada por el veterinario del haras Marcelo Canónico. Y enseguida llegaron los Cernadas. Mané y Nancho, felices, exultantes. Y vaya que están acostumbrados a recibir sus ejemplares como ganadores. Pero esta potranca tiene algo más que una victoria para el establecimiento de cría. Es que en ese momento preciso, estamos seguros que a ellos también les sucedió, pasó por nuestra mente la figura del padre de los chicos, el recordado y querido Hernán Ceriani Cernadas.

Parte importante de su legado estaba ahí. Sus hijos, el gran Jacinto Herrera, Mutakddim, Wally, Southern Halo, que más. Como dice Juan Carlos Bagó cuando tiene que hablar de un grande de nuestra hípica, “al maestro con cariño”.

Y nos fuimos todos a presenciar la entrega de los trofeos. Alberto Iglesias Pallone le entregó la copa a Hernán Ceriani Cernadas y por la FEAR, Fundación Equina Argentina, otro legado más, desde su misma creación, con la presencia de Luis Silveira, Hernán Ceriani Cernadas le entregó la copa a su hermana María Inés Ceriani Cernadas.

Sonó el teléfono de Mane. Era su madre, Inés, que quería saber como le había ido a Watch Her en el clásico. “Ganó”.

En la jornada se destacaron Pablo Gustavo Falero, que obtuvo cinco impactos, José Ricardo Méndez dos y los haras Abolengo por tres y La Biznaga por dos.

Se recaudaron en Palermo con 18 carreras: $ 2.739.792.-

En el mientras tanto Hernán recorría las instalaciones del hipódromo de Palermo con una sonrisa a flor de labio. Sobretodo marrón, sombrero al tono, traje gris con chaleco y zapatos marrones bien claros, lustrados y con brillo luminoso, como siempre, pese a la lluvia. Recordando una y otra vez, lo de “no nos acordamos nunca de los fracasos, sino solamente de los triunfos. Como un premio a los esfuerzos realizados, a nuestros desvelos, cumpliendo nuestros sueños, nuestros anhelos y tratando de formar las nuevas generaciones, con estas ideas, con estos sentimientos y con este romanticismo, que ojalá, no se pierdan nunca”.

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