Campana de Largada - Turf Argentino

 EL “ETERNO” HA LOGRADO LO QUE POCOS EJEMPLARES PUEDEN HACER…¡SEGUIR CORRIENDOLE AL VIENTO!

Pero después de mucho tiempo de amagar con irse, esta vez es en serio. Los Bedoya se lo entregaron a los nuevos socios, once por total, para que ellos lo depositen en el haras La Numancia. Así de esta forma se retira un campeón. Aplaudido por los aficionados bajo la pertinaz y molesta lluvia, que hizo colocar en el cartel del hipódromo “pista húmeda”. Ha defendido con todas sus fuerzas los colores de la caballeriza Snow Crest y por supuesto nació y fue criado en el Haras La Quebrada.

Aquí están estos son, los nuevos propietarios:

Martín Zubía, Ricardo Dutroc, Silvestre Garros, Ramiro Guiñazú, Cristian Laprida (h), Eduardo Bernardi, Santiago Gastanbide, Juan Badiola y Verti O´Farrell, Ricardo Vegueri y Bernardo Iriart. Toda la suerte del mundo.

La carrera se hizo violentísima, cosa que no nos llama la atención estando el extraordinario Ever Peace. Si bien el Alpha Plus no es el mismo de otras tardes, hay que seguirle el tren y tomado de todos los pasamanos posibles.

A poco de largar el pupilo de Rosana San Millán se fue para adelante, seguido por Shangai Emper, no muy lejos Dando Amor y luego viajaban El Garufa, que iba a perder colocaciones durante el trayecto, junto con Valray. No hubo variantes, el líder trataba de escapar, pero como probando en qué palo está el hijo de Vision And Verse lo fue a tantear. Ahora sí quedaba lejos la única yegua en el lote, porque Bouclette Gulch y En El Blanco estaban en boxes, sin lluvia ni viento.

En mitad del codo José Ricardo Méndez sofrenó un tanto con el del stud Duky, y lo dejó ir otra vez a Ever Peace, pero a sabiendas que cuando quisiera lo pasaba como a un poste. Lejos Dando Amor, Valray y Pick Out y más, El Garufa, juntando gorras. Que como se verá llenas de plata y oro. Cuando pisaron tierra derecha trató de irse Ever Peace, pero tal cual como lo había planeado “JR”, puso la cuarta al Vision And Verse y lo dejó por el camino. Pero desde el fondo y por el medio de la cancha, reitero la impresión que lo tiraron de la tribuna, arrancó el gran campeón.

Comenzó a descontar, paso a paso, metro a metro y cuando se le apareó al “muchachito de la película” le tiró las medallas encima. Para dominarlo y sacarle medio cuerpo en la misma raya. Y vuelvo a decir y a aseverar, Shangai Express es un sillero de excepción y va a costar mucho, muchísimo doblegarlo, de ahora en más. A cuatro largos pasó Pick Out, que volaba por dentro, luego en el cuarto a 2 ½ cuerpos cruzó Dando Amor, en valiosa carrera. Después se aguantó en el quinto Ever Peace, por delante de Riñimapu.

Esto es lo increíble de estos grandes monstruos de las pistas. Un día sus rivales llegan más o menos cerca y medio mundo hípico ya le está encontrando un pero para la próxima. Y en la próxima los borra del mapa, como si fuesen una hoja tirada en la calle, una noche de frío, de lluvia, de viento. Como la del sábado en Palermo…

El Garufa (468 kilos) es atendido por Luis Bedoya y fue llevado a la victoria, como siempre, por Claudio Quiroga, que se levantó en las grupas del campeón, para celebrar una nueva victoria de su caballo preferido. En las dos primeras victorias lo llevaron a la victoria, Noriega y Lemos, para después en trece oportunidades Quiroga. Sólo tres carreras ganó en San Isidro, el resto fue en este escenario. Triunfó en cuatro condicionales, un Handicap y un Clásico Listado. Luego cuatro Grupo III; un Grupo II y nada menos que cinco Grado I.

El ganador empleó la muy buena marca de 1´35”24, con los siguientes parciales: los primeros 400 en 23”01; los 800 en veloces 45”53, mientras que las doce cuadras quedaron atrás en picantes 1´10”36.

Entregaron los trofeos correspondientes al Estrellas Mile (G. I) Ricardo Soler y Carlos Ezcurra, miembros de la FEAR. Recibieron los nuevos dueños, felices, sonrientes. Los Bedoya con un dejo de tristeza. No es fácil separarse de un caballo que dio tantas satisfacciones. ¡Nada fácil!

Cuando se estaban sacando la foto, uno de los muchachos que lo tenía al viejo maratonista le sacó la muserola. No se la guardó, por arriba de todos se lo dio a otro muchacho que estaba en el sector opuesto. Y el hombre la levantó como un trofeo, como un recuerdo para toda la vida de El Garufa.

¡Qué caballo!

Nota de la Redacción: Quedan todavía cosas por hacer. Pero es tarde, siendo las seis de la mañana, sólo me acompaña la radio con una selección de tangos del inmortal “Polaco” Roberto Goyeneche.

¡Qué cantor!
 

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