Cotejo jerarquico
CANDY RIDE, AQUÍ Y ALLÁ…
El semental argentino ganó dos cotejos de jerarquía el fin de semana, en Argentina y en USA. En San Isidro triunfó con Candy’s Daughter en el Clásico Etoile (L) mientras su hijo Twirling Candy conservó su invicto en cuatro salidas al vencer por amplio margen en el Del Mar Derby (G2).
Twirling Candy
por Pablo Carrizo
Fue otro fin de semana de alto nivel el que disfrutó el padrillo argentino Candy Ride (Ride the Rails), el mismo que en su paso por las pistas sorprendió al mundo entero con éxitos del máximo nivel, tanto en Argentina como en USA.
Ahora son sus hijos los que aportan victorias clásicas para el campeón, ése que fue ovacionado en su despedida de Argentina con una victoria extraordinaria en el Gran Premio Internacional Joaquín S. de Anchorena (G1 – 1600 metros), en la pista de césped de San Isidro.
VER VIDEO INTERACTIVO DE CANDY RIDE
Lo mejor del caso es que Candy Ride volvió a sumar un par de éxitos jerárquicos y uno de ellos llegó justamente por intermedio de su hija Candy’s Daughter (USA, 5 años), en el Clásico Etoile (L).
La descendiente de la hembra Italian Riviera (USA, Cozzene) se quedó con el cotejo en el césped de San Isidro, precisamente con los colores que en Argentina lució su padre: los del Stud Ojos Claros.
Es que Candy’s Daughter fue adquirida por la familia Alonso, que en su momento compró a Candy Ride y festejó sus tres éxitos argentinos, antes de la exportación del campeón a los Estados Unidos.
Los Alonso vendieron en su momento a Candy Ride y en septiembre de 2007 adquirieron a su hija Candy’s Daughter en las ventas de Keeneland, en una suma de US$ 12.000.
Criada por Eagle Valley Farm, Candy’s Daughter fue exportada a Argentina y a la fecha suma cinco triunfos sobre doce presentaciones.
Con la dirección de Pablo Falero, la hija del campeón se adjudicó de atropellada el Clasico Etoile (L – 1200 metros), en la diagonal de césped del Hipódromo de San Isidro.
Sobre esta victoria se habla por separado pero bien valía citarla, en esta recorrida por la generosidad de Candy Ride.
Incluso, como si eso no hubiese sido suficiente, lo más importante de Candy Ride llegó desde USA, pues otro de sus vástagos también se lució en una prueba de grupo, que le permitió seguir invicto.
Se trata de Twirling Candy (USA, 3 años, Candy Ride y House of Danzing por Chester House), un ejemplar que también tiene vinculación genética con el semental Crowning Storm (Storm Cat), hoy padrillo en el Haras San Ignacio de Loyola de la familia Pavlovsky.
Twirling Candy se lució en el hipódromo de Del Mar, donde se adjudicó por tres cuerpos y cuarto del Del Mar Derby (G2 – 1800 metros, US$ 300.000), desarrollado en la pista de césped del citado circo.
Al cabo de 1m46s4/5, el invicto llegó a cuatro triunfos, precisamente con los colores de su criador, Sidney H. & Jenny Craig.
Pupilo de John Sadler, Twirling Candy contó con la dirección de Joel Rosario y ahora pasó a engrosar su bolsa de ganancias en US$ 294.900.
A tres cuerpos y cuarto quedó el inglés Jairzihno (Royal Applause y Polish Belle por Polish Precedent), en tanto tercero arribó Royal F J (USA, Royal Academy y Perpetual Motion por Kingmambo), medio largo más atrás.
El éxito del hijo de Candy Ride fue de punta a punta, inobjetable, y ya se habla en USA de un caballo llamado a conseguir empresas importantes… Será cuestión de estar atentos a lo que suceda.
Tremenda conquista de Twirling Candy que -por momentos- trae a la memoria las hazañas de su padre.
Otro de los cotejos que despertó interés el último fin de semana, en las pistas de USA, fue el Spinaway Stakes (G1 – 1400 metros, US$ 250.000), corrido el domingo en Saratoga, donde se enfrentaron potrancas de dos años en pista de arena.
Dicha prueba de G1 se resolvió luego de 1m25s1/5 y quedó en poder de R Heat Lightning (USA, Trippi y Yellow Heat por Gold Fever).
La reservada por E. Paul Robsham Stable LLC revista a las órdenes de Todd Pletcher y fue dirigida por Garrett Gómez.
Ahora suma dos triunfos y un segunda lugar en tres actuaciones y lo mejor de todo es que alcanzó el mejor impacto de su cartilla, por un margen de cuatro cuerpos.
Su escolta fue Alienation (USA, Rock Hard Ten y Alienated por Gone West), que dejó tercera a Valiant Passion (USA, Lion Herat y Bold American por Quiet American), a dos cuerpos y medio.
Pruebas sudamericanas
Dos pruebas selectivas de primer nivel se resolvieron el domingo 5 de septiembre en distintos escenarios sudamericanos.
La primera de ellas fue el Clásico Dos Mil Guineas (G1 – 1600 metros), para potrillos de tres años, considerado como la 1ra. Etapa de la Triple Corona del Hipódromo Chile.
Ahí se impuso con facilidad el local Ascot Prince, nacido en el Haras Jockey y votado como el favorito de la carrera que se cotejo sobre pista de césped.
El pupilo de Juan Pablo Baeza derrotó a sus catorce rivales en la que se convirtió en la conquista más importante de su campaña, tras alcanzar la sentencia con amplia ventaja respecto de su más cercano perseguidor.
La carrera se desarrolló con fuertes parciales, circunstancia que tomó provecho el vencedor y a falta de 200 metros para el disco ya se encontraba al frente del pelotón, con destino de gloria.
Así no más. Ascot Prince se encomendó al disco con la dirección de Héctor Isaac Berríos. Estiró varios cuerpos de ventaja a Rostro Alegre (Dance Brightly), que cerca del disco se quedó con la segunda plaza del marcador.
VER CLASICO DOS MIL GUINEAS
Por su parte, en el Hipódromo Nacional de Maroñas (Uruguay) también comenzó la Triple Corona local con la disputa de la Gran Premio Polla de Potrancas (G1 – 1600 metros), para hembras de tres años.
La vencedora resultó ser una defensora del Stud Intuición, Luckily (Decisive), que venía de escoltar a su compañera de equipo Paliza en el Clásico Producción Nacional (G3).
En cambio. Esta vez fracasó Paliza y su compañera Luckily no desaprovechó la ocasión como para pasar a dominar el panorama entre las hembras de tres años.
Luego de correr contemplada, por los carriles internos, Luckily y Casiopea (Asidero) surgieron con fuerza y se distanciaron del grupo pero arriba pudo más la hija del semental argentino Desivie, que tiene como abuelo materno a Ride the Rails, padre del citado Candy Ride.
Así las cosas, Luckily es la que manda ahora entre las potrancas. Siempre bajo el entrenamiento de Loreto Villarreal y bajo el aval de poseer la siempre vigente genética argentina… La misma que el último fin de semana se lució en diversas partes de mundo.
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