Campana de Largada - Turf Argentino

 El Clásico Buenos Aires (G3), fue uno de los cotejos centrales en la jornada de apertura de la temporada en Palermo, contexto que concentró a caballos de 3 años y más edad, en tiro de 1.600 metros sobre el pasto. Allí, el vástago de Fortify agigantó su figura para regresar al recinto de vencedores y proyectarse a las mejores pruebas de la especialidad.

Con la orientación de Martín Valle, el pensionista de Nicolás Martín Ferro se presentó al compromiso luego de su incursión en el Gran Premio Joaquín S. De Anchorena (G1), donde no tuvo suerte al largar muy abierto y sufrir diversos inconvenientes en el desarrollo, viendo así cortada su racha exitosa.

Pero luego de aquella actuación, el nieto de Halo Sunshine se mantuvo impecable para volver al ruedo a la brevedad, y en una exhibición de superioridad, cruzó el disco para satisfacción de su entorno.

En las primeras de cambio se desempeñó por detrás de la velocidad, manteniéndose con cercanía a los parciales para aguardar por el instante oportuno en el que desataría su furia. Ya al desembocar a la recta definitiva, aprovechó el espacio mientras varios se abrieron para lanzarse con firmeza, apoderándose del comando sin ser exigido a fondo hasta firmar la sentencia en 1’32”19c según el reloj oficial.

De esta manera, el nacido y criado en Abolengo completó el quinto lauro de su campaña luego de ocho intentos, siendo una de las promesas a convertirse en referencia entre los milleros.