Campana de Largada - Turf Argentino

SERGIO, GUSTAVO, DAVID MALDONADO Y MIGUEL VILLALBA, PREMIADOS POR CARLOS FELICE, QUIEN FUE OVACIONADO POR LA GENTE DE LAS FLORES

Hola Osvaldo, Gisel…

Osvaldo: Hola muchacha, qué noticias.

Gisel: Viajás en el vuelo privado que sale de aeroparque…

Osvaldo: Avión de línea o los escarabajitos?

Gisel: El avión de siempre, el chiquito.

Osvaldo: No te enojes, pero me va ir en una Van, no me subo a ese tipo de aviones, tengo una mala experiencia.

Gisel: Bueno, no hay problema, te llamo en un rato, vas en un auto particular..

Osvaldo: OK.

¡Chau, chau!

Todo comenzó a partir de las seis y media de la mañana, cuando el despertador me recordó que tenía que apurarme, tenía tiempo, pero soy de los tipos que se lavan las manos, y se les pianta el jabón como si fuese un misil. Por suerte todavía no me quebré ningún dedo. Baño, desayuno, empilche y a la calle para tomar un taxi, ya a esa altura con los minutos contados. Es que los muchachos de UTTA me habían prometido pasar a las 8.15 de la mañana, dónde?, arriba de la General Paz, donde paran todos los colectivos de línea y las Van y los autos que pasan a buscar a gente. Y además donde pasan un millón de camiones por segundo, moviendo el cemento como si estuviese en la cancha de Boca, tras un gol de Palermo…

Como es costumbre en mí, llegué a las 8.05 y como siempre pasa en el centro, hay una persona que llega tarde a la Van y entonces se encadenan los atrasos. No saben lo que es pasarse una horita clavada en ese lugar, vientito fresco de la mañana y humitos de todos los colores. Me olvidé de contarles que el tío del taxi, pese a que le dije que tomara la colectora, se fue por otro lado y tuvimos que ir hasta Superí y volver por la cancha de Platense. Ocho pesos más, no hay problema está tan barato el taxi. Inflación menos de diez, aumentos en los taxis el 100%, no se habrán equivocado…

Vicente, hombre de la UTTA se bajó de la Van y me acomodó en un auto que venía con ellos. Una joven, compartiendo asiento atrás, un joven adelante como copiloto y el hombre de acero al volante. Buenos días, buenos días. Y arrancamos hacia Las Flores, Santa Fe. Estaba preparado para vivir una jornada de turf inolvidable, como en todas las oportunidades que viajé para cubrir la Copa UTTA, pero entremedio, fue un día de horror. Verdaderamente. Si los aburro, les pido mil disculpas, pero necesito contarlo…

El viaje placentero, pero teníamos que hacerlo, todo fenómeno, hasta que por la radio escuchamos que a la brevedad se iba cortar la ruta Buenos Aires-Rosario, me imaginé que del otro lado también, porque un arroyo, un río o un mar, la verdad que no escuché, pero la cuestión era que cerraban la autopista. Qué hizo el hombre que manejaba y muy bien, porque bajo una pertinaz lluvia, gamba veinte, gamba treinta, no es para cualquiera. Metió creo que sexta, el auto andaba un violín, estaba tocado, y le dio para adelante. Y pasamos.

No sin antes estar en la casi sensación de ir a mil por un espigón, sin saber si sigue o nos metíamos en el mar a todo o nada. Luego de pasar ese momento tan bonito, nos acercamos al rulo, donde teníamos que subir a otra autopista, no conozco mucho, pero para tomar la del camino a Santa Fe, Las Flores. Y a seis autos de diferencia, en la subida, vimos que gente cortaba la ruta con un tronco enorme y a medida que se paraba el camión “indicado”, comenzaban a salir personas de la villa. Se le tiraron encima… Algo así como ver arañas en busca de su presa, cucarachas cuando se prende la luz o pirañas atacando. Los dos primeros tuve la oportunidad de presenciarlos cuando era más chico y la verdad que impresionaba y daba miedo y asco a la vez.

Por suerte nuestro conductor estrella retomó y salió despepitado por la ruta que veníamos, pasando por debajo del rulo de la autopista. Un auto que estaba justo detrás, no tuvo suerte, el camionero trató de dar marcha atrás y lo pulverizó, aparentemente, quedando atrapado entre sus ruedas, a merced de los amorosos chicos de la villa. Pedí por el conductor…

Retomamos más adelante y por fin estábamos en la ruta elegida. Pero fue por poco tiempo, a los dos kilómetros los autos se quedaban estancados, lógico, me dije, está todo inundado, no se puede pasar. Hasta que de pronto vi como otros muchachos, cerraban la ruta con palos y ramas, nos estaban por chorear, no me quedé para preguntarles, porque al ver que los camiones sorteaban el vallado y se iban a la otra mano para pasar, comenzaron a cortar ese paso, también. “Schwarzenegger” retomó otra vez por un hueco en la ruta y disparamos, no sabemos si había sido un piquete o los autos que estaban en primera fila, como los camiones, fueron desvalijados.

Estábamos encerrados, no teníamos paso por ninguna parte, ni para adelante con los choreos, tipo indios a las carretas en el farwest, que no es igual o sí, porque en esa época no había policías por los caminos y ahora tampoco, ni para atrás con la ruta cortada porque el agua subía con olas a la ruta. Pero el GPS es lo más grande que se inventó para los que lo saben usar. Y entonces comenzamos a bordear Rosario, por el puerto.

Y pasito a pasito fuimos saliendo a la autopista bien lejos de los chicos que seguramente ya estaban en sus hogares, contando plata y rematando elementos valiosos, choreados de los pobres pelotudos que pagamos impuestos y que nos rompimos el mate, por no decir otra cosa para comprarnos un reloj, un teléfono, o que guardamos un anillo de recuerdo de tu viejo, de un amor, eso. Simplemente eso, ni rico, ni nada, un laburante de toda la vida…

Y por fin llegamos, extenuados, no quiero imaginar cómo estaría nuestro volante estrella. Entramos al predio y pese a que la gente linda de Las Flores, del hipódromo, trabajó a destajo desde el tornado del domingo a este jueves, incluso con un programa oficial nuevo, con el resultado de la primera carrera del domingo y el resto, cinco carreras a disputarse en una cancha que no estaba para grandes marcas, se notaba el paso del fuerte viento. Nos gustaron las instalaciones, se pueden ver claramente en las fotos. Atención que a partir del 2013 se hace cargo Carlos Felice, con el apoyo de la Intendencia de Las Flores, con José Corral, a su lado. Un barco que arranca con todas las velas extendidas. Necesitamos de hipódromos de categoría en el interior, como el de La Punta, San Luis, por ejemplo.

Poco antes de la primera tuvimos la suerte de estar y tomarnos una foto con el “Bichi” Fuertes, hombre de la UTTA que en estos días se despide de su pasión, el futbol. Un muchacho fenómeno, simple, perfil bajo, buena gente, buena madera.

Y ya en la primera, Carlitos Felice tuvo la suerte, la verdad sea dicha no podía perder su pupilo Yodel, de ver ganar a uno de sus caballos, recibiendo el premio correspondiente. El hijo de Grand Reward impuso condiciones por varios cuerpos en 1´17”83 para las doce cuadras. Tras cartón hizo centro un debutante, Jubilado Get, en el Premio Ciudad de Santa Fe, esa carrera la vimos desde el restaurante del hipódromo, muy bien atendido y con muy rica carne, compartido el encuentro con Carlitos Delfino, el hombre del diario La Nación.

Luego en el Clásico de las Provincias – Copa Diario el Litoral en la distancia de 1800 metros, como era de esperar logró cruzar Honor Charrúa, un hijo de Honour And Glory, que si bien ganó chico sobre Mete Bamba que voló por dentro de los 200 a la raya, el del Stud Del Valle, hizo todo el gasto de la carrera, pasando al frente en plena curva y marcando 1´59”14 para la distancia. Vale recordar que el hermoso zaino ganó en San Luis, Las Estrellas, el Clásico Juvenile y el Clásico Ensayo, quedando segundo en la Polla de Potrillos y volvió a su silla el chico Lautaro Emanuel Balmaceda, que luego haría un magnífico doblete clásico de victorias. Al igual que el Haras De La Pomme, que con estos dos caballos de 3 y 4 años, está copando las carreras del interior, en un año notable.

Enseguida el Clásico Clausura – Copa Lotería de Santa Fe, en dos kilómetros, donde se impuso Beside The Point, en muy buena gestión en 2´9”72. Y por fin, pasadas las 19.00 horas, llegó el gran momento, la final del Gran Premio Final Copa UTTA en 1600 metros, con la deserción únicamente de Fellowship, que el domingo, luego del temporal prometió volver, pero no regresó a Las Flores para participar del evento.

Ya con un sol radiante comenzaron a salir los caballos que descollaron en cada uno de los pases de la Copa UTTA y pese a ser jueves, pese a las inundaciones, pese a lo que se sufrió el domingo, el hipódromo de Las Flores, estaba por correr su gran final, organizada por los titanes de la Copa UTTA. Y Campana estuvo presente…

Se fueron para los partidores, estaba todo listo y a la hora señalada se abrieron las puertas.

Juntitos partieron con Equal Líbero en la punta, el mejor en la redonda de exhibición. Seguido por Fuerte Señal, De Amigos y El Asombrado. Luego en parejitas For Ever Juez, lindo caballo, con Ador Tip, luego Domi Note con Sagghy y en el fondo, Grandor y Alex Harley. Ya en el opuesto, las cosas cambiaron, porque rápidamente For Ever Juez se había instalado en la punta, cerca Fuerte Señal, luego Domi Note, Equal Líbero y De Amigos, con Shaggy a sus espaldas, mientras que El Asombrado ya viajaba en el último lugar. En la mira de mi cámara, pasando el arco de futbol, la cosa se ponía espesa en la punta de la carrera, porque luchaban For Ever Juez, Shaggy y Fuerte Señal, cabeza a cabeza, con Equal Líbero a las patas.

Metros más adelante, justo en la mitad del codo, apuró Balmaceda y se colocó al frente de las acciones, seguido ahora por Equal Líbero, a tiempo que mejoraba Grandor. Y pisaron tierra derecha, con Fuerte Señal al medio de la cancha, a su costado exterior, fue a buscarlo Equal Líbero, y por los palos se mandaba Grandor. Abriéndose en el final Fuerte Señal alcanzó el disco con un cuerpo y medio de ventaja y pese a que el jockey de Equal Líbero levantó azarosamente, pudo aguantar el embate de Grandor, por apenas media cabeza. Todo en 1´40”09 para el tiro de la milla en una pista que no estaba para grandes marcas.

Charlamos brevemente con el piloto, que comenzó a dar sus primeros pasos en la actividad a los diez años, ahora cuenta con 22 añitos. Papá Guillermo y Mamá Caudia y su hermanita Anahí, están a su lado, arrancó en el 2008, en la Escuela de Aprendices de La Punta – San Luis, Marina de mi vida, grande genia, en el 2009 debutó y ganó. Y hoy logró un doblete sensacional con Fuerte Señal y Honor Charrua.

Fuerte Señal, tordillo, pertenece al Stud Doña Amalia de San Juan, lo entrena Sixto Rébora y lo dicho lo llevó a la victoria Lautaro Emanuel Balmaceda. El hijo de Storm Surge nació y fue criado en el Haras De La Pomme, de la familia Liberman.

Un dato más, Ganó el Premio Diario de La República, luego el Gran Premio Polla de Potrillos en octubre de 2011, el Gran Premio Jorge Laffue y el Clásico Consagración La Punta Distance. Ya en este año, el Clásico Fundación Equina Argetina, el Especial Día de la Independencia, el 23 de septiembre la Copa UTTA, el 18 de noviembre otra vez el Gran Premio Jorge Laffue y ahora la Final de la Copa UTTA en Las Flores.

Hubo nerviosismo por parte de los dueños del tordillo, porque el jinete de Equal Líbero, de gran carrera el hijo de Equal Stripes, le reclamó al ganador, ya que se abrió en los tramos finales, aunque nos pareció bien el pedido, aparentemente no molestó. La felicidad del chico Balmaceda, de los Rébora, de los Maldonado, de Villalba y de la gente del Stud Doña Amalia de San Juan, era indescriptible.

Después vino la premiación, con hermosos trofeos y un cheque casi igualito al de por ejemplo el del Gran Premio Felix de Alzaga Unzué (G1) corrido hace minutos y que tuvo una recompensa para el primero, Peluca Fizz, de $ 150.000.-. Este lo entregó Carlos Felice sin subsidio a los dueños del caballo ganador y decía $ 140.000.-

El “Gringo” Grimaldi hizo uso de la palabra, a pedido de nuestro amigo y colega Diego Notario, un verdadero crack. Hizo todas las presentaciones, dirigió toda la información por Internet, hizo el relato de la carrera y mil cosas más. Un periodista con todas las letras y saben qué, lo veo disfrutar lo que hace. Y no hay mejor trabajo que el que se saborea, se disfruta, se goza y a uno lo hace feliz, tras cerrar cada una de las labores. El periodista, el hombre, se siente satisfecho, de haber logrado todo, poniendo todo, sin haberse guardado nada. Por la hípica, por lo que más queremos nosotros.

Volviendo al titular del Stud Haras Don Florentino, recordó épocas pasadas con Carlos Felice, incluso en este mismo escenarios y remató su encantador relato, dirigiéndose a Carlos, con una sonrisa de compinche, compinche, “no te creo nada que esta sea la última carrera de la Copa UTTA”. Sensación que comparto plenamente.

La noche caía sobre las instalaciones del hipódromo, en la carpa se brindó por todo lo realizado. Hubo un relato hacia Felice muy emotivo, y luego todos cantaron a viva voz, confiando en esa sensación de la que hablamos en el párrafo anterior: “Vengo mancando este Proyecto – Proyecto del Turf Federal – Pensando en los trabajadores, Felice la historia va a cambiar – Porque el Turf no se murió, lo llevo en el corazón. ¡¡¡Vamos UTTA…la puta que lo parió!!!. Fue con ganas, con fuerza, apretando el puño al corazón. Con mucho ritmo, lástima que no les puedo colocar la música. ¡Me gustó!.

A las nueve de la noche nos subimos al auto, hubo cambio en el equipo. Jovencita de ida al avión, Vicente el de la Van, de copiloto. Les quiero aclarar que mis piernas y mi mente sólo pensaban en llegar a mi hogar. Pero comenzaba otra historia, un regreso difícil, muy difícil. Por suerte me llevaban dos profesionales.

Ya cuando Vicente dijo que teníamos que acercar al aeropuerto a la Van porque el que manejaba el transporte no sabía como llegar, me tomé la cabeza y la encerré con las dos manos. Pero eso, eso era una estupidez, comparado a lo que nos aguardaba la ruta. En camino una noche cerradísima, sin líneas marcadas en el asfalto, ligerito, saqué un par de preguntas para mantener al gigante despierto. Vicente nada, el joven dormía plácidamente. Yo, casi me duermo, creo que me dormí unos kilómetros, pero después no. Mi responsabilidad era darle charla al hombre al que agradecí me haya llevado a Las Flores ileso, y quería repetir el momento cuando me dejara en Cabildo y General Paz.

Que la pista, que el escenario, que la fiesta, pero el hombre casi no participaba, estaba metido en la ruta, con todos los sentidos puestos. Ibamos por otra ruta, paralela a la inundación, pero igual se notaba las luces de los autos en el “pasto” a los costados, cosa que sucede cuando hay mucho agua arriba de ese “pasto”. Y así recorrimos kilómetros y kilómetros. Sin más tema, le pedí si podía poner música, y me atacó con una música parecida a la de Damas Gratis. Me dijo el cantor, pero con el ruido del motor, gamba treinta de nochecita soñada y sin ver un carajo adelante, nadie más amigo que yo de Dios. Y ya que está lo escuchaste al genio de Damas Gratis, me gusta…

De pronto nos detenemos, ya veníamos pasando unos tambores puestos casi en el medio de la ruta. Me dije otra vez, inundación. No se puede pasar. Vicente comentó que un camión había tenido un accidente. A paso de hombre, el genio del volante se metió por dentro, me pareció pasar como ochenta paredes, que eran los camiones detenidos, hasta que llegamos al lugar y no se pudo ver el camión, pero sí a unas vacas muertas tiradas en el asfalto. Pasamos, sin comentarios…

Y así seguimos, yo despierto como podía, pero haciéndole el aguante al hombre del volante, que hasta me pareció que unos cuantos kilómetros lo venció el sueño. No, es una joda. Seguía bien despierto. Hasta que por fin me ilusioné. Buenos Aires, 103, Campana 24. Leer en un cartel Campana 24, fue como encontrar una caja con lingotes de oro. Me relajé, pero duró nada, la policía cortaba y desviaba el tránsito, enseguida les pregunté, ¿qué pasó?, ¡¡¡Saqueo a un Supermercado!!!.

Era el final, son buenas dije. Y entonces entró a tallar Vicente, el hombre que conoce todos los caminos, todos los vericuetos, todas las calles, no hay como él, en el mundo. Y lo demostró. Porque mientras algunos seguían el desfiladero, y se encaminaban en la oscuridad de esa otra ruta que no era la Panamericana, vaya a saber con qué destino, Vicente dijo cómo salir, cómo retomar y con seguridad, a Solís no, a la Ruta 6. Para mí, como se dijese La Pampa o Bahía Blanca.

Después me enteré a la noche que eran como 3000 tipos que asaltaron el supermercado. Uno a la mañana le dijo al otro que podríamos ir al supermercado. El otro le dijo al otro y a la tardecita se encontraron 3000 forajidos con piedras, palos, pañuelos para no ser reconocidos, bueno todo eso que Ud. sabe lleva un tiempito armar. El problema es saber de qué lado viene. Tras idas y venidas, vueltas, rotonditas en el medio de la nada, Vicente junto con “Schwarzenegger”, les juro que podría hacer una serie, saltaron otra vez a la Panamericana, no repregunten por dónde.

Unos kilómetros, ya está, pasamos, me dije, y cuando levanté la vista, nos mandaron a la colectora, por arreglos, alcanzó a decir Vicente, que si le preguntaba quien era el del auto de al lado, me lo decía. Mientras tanto de la otra mano, una fila de no se cuántos kilómetros estaba detenida en el medio de la Panamericana, no podían salir, o faltaba algún Vicente al lado de ellos. Que justamente acotó la que viene está cerrada la subida y la otra también, tenemos que llegar hasta no de donde, le perdí el rastro, porque por la colectora, cuando llegamos a los accesos, ambos estaban cortados, como lo dijo él.

El lugar elegido, subimos otra vez y tras darle duro Vicente se bajó, siempre con su amabilidad, su don de ser. En chiste, mientras sacaba su mochila del baúl, no te duermas rápido, capaz que en un ratito te llamo.

Arrancamos, eran exactamente las dos y diez de la madrugada. Le pedí el último favor al gigante, que me dejara en Cabildo y La General Paz, pero abajo, no arriba, donde tenía que bajar las escaleritas a esa hora. ¡Boleta seguro!. Aunque para sacarme la máquina de fotos, pensaba, iba a tener que venir la villa 31 entera.

Al toque me tiré adentro de un taxi, el flaco venía fumando Raid, o algo parecido. Desde que dejé de fumar o puedo tolerar el humo. El tipo estuvo bien, sagaz, inteligente, me dijo, ¿te molesta el humo?. Yo, segundos antes, hizo un ruido con la garganta como si estuviese al lado de un volcán en erupción. Lo tiró por la ventana.

¿Que onda?...me preguntó!

Nada, vengo de Las Flores, no le iba a decir de la Final de la Copa UTTA. Lío en la Panamericana, lío en toda la ruta.

Yo hace dos meses vine de España me dijo, desde que me fui hasta que volví, está mejor todo, me parece, la capital está muy bien.

Para qué pelearme, el flaco viene de un lugar que se está por caer a pedazos y entonces esto es como el Paraiso. Además, pensé, el auto de no debe ser de él y la casa tampoco, porque cuando le vengan las patentes y el ABL, se va nadando otra vez.

Me dejó en casa, ya habíamos pasado las dos y media. Me dio una gran alegría ver al profesional de la seguridad que me cuesta un huevo y medio todos los meses en las expensas, apoliyando a tambor batiente. Estaba muy cansado para pegarle una patada en el culo. Entre en puntitas de pie, no quería despertarla a mi querida Negrita.

Prendí la computadora, mientras me preparaba unas galletitas con un poco de queso y jamón. Prendí la tele y me informé de todos los kilombos que habían pasado en mi ausencia, presencia. Pasé las dos fotos de la tapa y me fue a dormir, mejor dicho a desmayarme.

Hola Gisel, Osvaldo…

Gisel: Cómo va, cansado?

Osvaldo: Alguito. ¿Cómo fue el viaje en avión?

Gisel: Tranqui, se movió un poquito, pero a las once estaba en casa.

Ah…

Y la rpmqlp…

¿Cómo?

Osvaldo: No nada, casi se me cae el teléfono. ¿Leíste la nota?

Gisel: Estaba en eso, nos vemos en la semana.

Osvaldo: Dale, gracias por todo, un abrazo.

Sucedió un jueves 20 de diciembre de 2012, en nuestra querida Argentina…