Campana de Largada - Turf Argentino

GANO TELENOVELA Y EL DE EL ALFALFAR ESCRIBIO LA SUYA

La verdad fue una obra de arte. Lo decimos así, de una, para que no se crea que estoy defendiendo a Falero.
Pablo “Aladino” Gustavo es grande y sabe defenderse solito. El tipo es un genio y ya no me quedan palabras para decir lo que es el hombre arriba de un sangre pura de carrera.
Porque Manijero Cat es un piantado, un loco lindo, que lo único que sabe es correr para delante. Difícil de ponerle freno, me acuerdo del perro que tenía Eduardo, casi un hermano mío, que como para hacerme amigo del gigante que siempre me recibía poniéndome una pata en la cabeza, lo saqué una noche a dar una vuelta.
No hace falta decirles que el que dio una vuelta fui yo. Y así es el pupilo que atiende Guillermo Frenkel Santillán. Mirá que Falero aguanta, pero éste se le iba encima de los de adelante, los pisaba.
Al pisar la recta el criado por los Camogli, en el haras El Alfalfar, haras que todos los años saca campeones, copeteaba, mientras que Sounds Great, Stripes Song y Bogeyman se sacaban los ojos.
Distant Ray y Fast Emperor atacaban por afuera, mejoraba Highness Harry y junto a las tablas con una pared impresionante, Manijero Cat.
A medida que se internaban en los 400 y en los 350 ya Falero decidió definitivamente levantarlo. Paró, si paró, como dijimos en Campana de Largada TV, Hasta casi dio la impresión que se bajó como diciendo, listo ya está, la perdí.
Pero no, Falero dejó pasar a todos, sacó afuera y de los 200 a la raya un monstruo con cuatro patas comenzó a correr como desbocado.
Uno, dos, tres y algo más de palos de zurda, bastaron para que el Easing Along alcanzara y pasara. Cabeza y cabeza, sobre Highness Harry que se mostró ganador hasta el filo del disco, en gran carrera y El Santino, que amagó siempre por el centro de la pista. El regreso fue a toda orquesta de aplausos.
Con parciales de 22”85; 45”26 y 1´11”35, completó el recorrido en 1´29”09. El potrillo demostró que libre de tropiezos desde prácticamente la largada esta carrera la ganaba por varios cuerpos.
Y el jockey demostró que ya no le queda nada por hacer. La gente, el aficionado de siempre y el que nunca fue a las carreras, ya están adentro del hipódromo porque saben lo que dicen…¡venimos a ver a Aladino!
Y eso es tan verdadero como que me llamo Osvaldo Martínez.