Campana de Largada - Turf Argentino

Uno de los días más felices, de su trayectoria turfística, vivieron en San Isidro los hermanos Alvarez. Es que sufrieron bastante con este poderoso hijo de Equal Stripes. Había que darle un descanso y se lo dieron. Y la suspensión de Horacio Karamanos fue solucionada con el pedido, que aceptó inmediatamente, a Pablo Gustavo Falero para conducir al precioso alazán. Se había retirado a boxes tras perder a medio cuerpo de Lord Gem en el Bosque.

Un gran caballo, del que mejor no vamos a recordar cosas que sucedieron en su campaña. Pese a todo, consideramos que ahora, me imagino, es borrón y cuenta nueva.

El entrenador desde el primer día que lo tiene sabe que es un coloso. Los patrones, los Alvarez, lo van a llevar por las piedras, o mejor dicho por la mejor alfombra. Este ejemplar que ha demostrado ser uno de los mejores de la generación merece que se lo lleve con mano de seda, con una campaña óptima, sin apuros y con la mira, sólo puesta en el disco triunfal. Conformando estas premisas mis amigos van a estar muy seguido en el podio. Corran donde corran, arena o pasto. En cancha buena o mala.

Ellos tuvieron a Equal Stripes, su papá. Y también por esas cosas de las carreras a cada paso una tristeza. Pero un día buscando papeles en el altillo de la casa, se encontraron con la idea de darle una última oportunidad al hijo de Candy Stripes. Y por ahora fueron todas sonrisas y seguramente va a haber muchas más. Porque el padrillo da y muy bien. No hace falta que se los diga yo. Equal Líbero ganó en brillante estilo y ya está para cosas mayores. En la foto, además de Aldo y Gustavo Alvarez, los acompañó Julio Menditeguy, que tiene bastante que ver con los “Stripes”. Son gente de Turf, en un principio en la relación criador-propietarios. Ahora van por todo con una sociedad perfecta y tras encontrar el “galeón” y eso me pone muy feliz. Por eso si me permiten voy a terminar la sencilla nota con un cartel modesto: Volvió Equal Lìbero, tiemblen…