Campana de Largada - Turf Argentino

Está fresco el momento en que los tres subieron al podio. Llamados para recibir el gran galardón de los Pellegrini, por el veloz Llorón Cat, como le pusimos nosotros el “Rey de la Recta ” en 2009. Y siguen las victorias en lo que va de 2010. Si bien Villero Cat está “guardado” sus pupilos siguen cruzando. Como en el caso de Tristeza Cat, la hermanita de Llorón Cat, que tal cual lo comentamos en el cotejo jerárquico, entrenador y propietario le encontraron la vuelta con el “frenopatalarga”. La nueva embocadura le permitió a su jinete que la “loquita” corriese derecha. Y vaya si lo hizo, igualando el record del kilómetro en 53”06.

Y uno que vive dentro del hipódromo y que después de tantos años de ver aficionados, profesionales y propietarios, entre tantas cosas de las carreras, se da cuenta que el Alfalfar, los Camogli, tienen ese no se que con la tribuna. Posiblemente pase sólo en Palermo, por la cercanía del público con los ganadores. Muchas veces le gritan cosas a Ricardo, porque el hombre siempre está sonriente, saluda, y agradece los aplausos. Pero a Camogli, hasta los llaman por el apellido. Y qué cosa, como queriendo abrazarlo y felicitarlo, como si tuviesen una parte de la yegua, le decían a viva voz: fue record, hizo record, en el apuro por darle la noticia, no tuvieron en cuenta que lo había empatado. Pero ellos querían transmitirle esa gran noticia, rápidamente. Habían estado pendientes de todo el desarrollo y del registro, y se lo informaban al uno de El Alfalfar. Un ida y vuelta con la gente, pero creo, estoy totalmente seguro, que sólo lo puede transmitir Alfredo, Alfredo Camogli.

No se me hace fácil explicar el porqué. Si no lo conocen, si no han tenido una charla con él. Es como se lo imaginan, digo yo. Frontal, sincero, apasionado y con un halo de luz a su alrededor de buen tipo, familiero, de gran tipo.

Nosotros o mejor dicho yo, lo podemos y lo puedo decir. El me vino a decir que me daba una mano con el programa de televisión y con la página. Sin que ponga ninguna publicidad. Pero la puse igual. Tras el clásico Robertito Pellegatta lo decía a viva voz, “cuando pocos confiaron en mí, al retirarse mi padre, Alfredo fue uno de los pocos que me siguió dando su apoyo”. Hay muchas más para contar, pero con esos dos ejemplos es suficiente. Eso es tener clase, eso es tener calle, eso es tener potrero, eso es tener códigos.

En el festejo estaban su hija Angela y Alejandro, que como Campana siempre está, sus amigos y la gente. Amalia se tomó unos días de descanso, pero igual me imagino que hasta altas horas de la madrugada esperó frente a su computadora, clickeando el F5, cada dos minutos, para leer nuestra página. A la distancia le mandamos un gran beso. Y Alfredito, haciendo surf en El Salvador, recibió la gran noticia. El muchachito de la película ha viajado por todo el mundo haciendo lo que le gusta. Igual se toma poco tiempo, porque el haras lo necesita. Y mucho…

Normalmente coloco todas las fotos en el cotejo jerárquico, pero me pareció que para vestir esta nota tenía que dejar algunas aparte. ¡Aquí están!

Los Camogli, amigos, buenas personas, gente de turf…