Campana de Largada - Turf Argentino

FUE APOTEÓTICO, JUAN CARLOS NORIEGA TRAS CRUZAR EL DISCO, BASILIO NICOLÁS MOREYRA LLORANDO ESPERÁNDOLOS A LOS DOS, LOS MALDOTTI EN SU MESA DE SIEMPRE, SALTANDO DE ALEGRÍA Y LOS BENEDICTO, JUNTO A SAURO. VALE VERLOS EN EL MOMENTO QUE SALIÓ EL SOL…

Era posible, claro que era posible, pese a que en el lote estaban Sixties Song, Pellegrini (G1) y Latino (G1) y For The Top (G1) Nacional (G1) y otros bravos de verdad. Más cuando los vimos en esa pasada en la milla en tren de reconocimiento en la grama de San Isidro, cedida como corresponde a un escenario de primer nivel, por el Jockey Club Argentino, por el Hipódromo de San Isidro, con la autorización de la Comisión de Carreras y de la Gerencia General. Y sí, la reiteramos en la tapa porque esto lo vivimos ese martes 4 a once días de la tradicional competencia. Fue un adelanto periodístico maravilloso. Estoy bien orgulloso de esa nota, sí.

No sabemos por donde y con quién estaba Julio Biancardi, sí con sus dos hijos que lo acompañaron en este enorme momento de su vida como Propietario, primero y segundo en el Gran Premio Carlos Pellegrini (G1), un “Titán”, una “Fiera”, que va y va con su Pasión, su tremenda Pasión de tener, se ser Propietario de Caballos de Carrera. Un campeón con todas las letras.

Presuroso llegué al recinto de los vencedores. Llegue antes que nadie, sólo estaba en el medio de la herradura, esperando a “su” caballo Basilio Nicolás Moreyra, peón del caballo ganador, con el que habíamos estado ese martes, el día que el crack ganaba el 80% por del Pellegrini (G1). Le pedí sacarle una foto. Estaba feliz, emocionado, le solicité que sonriera, pero las lágrimas venían marchando. Nos dimos la mano, me pidió que se lo dedicara a los Moreyra, a su familia. Hasta que apareció la figura del campeón con Juan Carlos Noriega. No estuvo bueno otra vez el lugar para sacarse la foto, Propietarios, Criadores, Profesionales y familiares y hasta algún amigo en común. Fue imposible sacar una foto como la gente, lamentable. Sigo pensando que hay que hacer una redonda de premiación en el medio del Hipódromo de San Isidro, con entrada exclusiva a personas con una pulsera testificando que el dueño se la dio para que entre a la premiación, a las fotos. Tenemos que solucionarlo para el año que viene. Por ahora a nadie le faltó plata o la billetera.

Todo muy bien, muy lindo, emocionante, pero nos faltaba saber cómo habían pasado Los Benedicto esos 300 metros finales. Y ni hablar del final. No les quiero adelantar nada, sólo vean el vídeo que me mandaron a mi email, imperdible. Una de las personas que estaba en la confitería miraba absorto de esos gritos, de estos abrazos, de esas emociones. Es que ese muchacho, no sabe lo que es ganar un Pellegrini (G1). Es la carrera más importante de ganar, de vencer, en la competencia más importante para un Propietario y ni hablar para un Cabañero, para un Criador. Me pasó con Reverente, tenía la cabeza de un clavo de la herradura, dije Reverente con ventaja sobre Forlitano, 12 y 7 luchando y cruzaron el disco, y bajé las escaleras del Paddock de San Isidro en segundos. A la espera que vuelva el “Tano” Mezzotero con el guerrero del Stud Por Fin.

A continuación vean lo sucedido durante el desarrollo del Pellegrini (G1) 2018 y después…