Campana de Largada - Turf Argentino

Llegaron temprano al escenario palermitano y fueron a la mesa de siempre. Tenía sus esperanzas puestas en dos potrillos. Uno con facha de candidato neto y el otro con una victoria en Azul, los dos en lotes bravísimos y en una pista que no daba para certezas. Y fue una jornada extraordinaria para ambos. Todo comenzó en la tercera carrera cuando Ap Candy ingresó al tiro derecho final en ganancia y ninguno de sus rivales pudo doblegarlo. Walter Tombolini ha tenido grandes alegrías con excelentes caballos, pero con este descendiente de Indygo Shiner y Candy Breeze por Candy Stripes y Forest Breeze, fue algo especial. Nacido en su establecimiento de cría, en el Haras Viejo Tombo de Rosario, fue adquirido por el stud Al Rashid y vaya si festejaron cuando el poderoso alazán debutó con un extraordinario segundo puesto. En su segunda presentación, título de los mejores trabajos, el hermano materno de la gran Cayaya, ahora en la reproducción en el pujante haras La Leyenda, de Alberto y Renata Stein, ingresó a la recta de cabeza alta y se fue rumbo al disco dejando notable impresión.

Casi cuatro horas después en el segundo turno del premio Good Northern (éste se disputó en 1300 metros por superarse los 14 ratificados) salió a la cancha Lucky Campeón, hijo de Lucky Roberto y María Belén por Equalize y Jeune Gosse, criado por Horopec S. A. del padre de Bruno “Abelito” Doffo, propietario del stud Señor Leo. Vale recordar que María Belén fue ganadora de tres carreras en los máximos de Palermo y San Isidro, siendo Lucky Campeón hermano materno de Mr. Ezequiel, ganador de cuatro carreras en Palermo. Y por si fuera poco viajaba con un triunfo en sus alforjas, allá por principios de mayo, para ser más precisos el día 9, en sus pagos de Azul, por dos cuerpos en 45”4/5 los 800 metros. Justamente venciendo a Lucky Supremo, otro pensionista de Hugo Matteo y también de propiedad de Bruno Doffo. Que el viaje, que la distancia (encima se la alargaron 100 metros más), que la pista y que en las gateras figuraban 14 tipos más armados hasta los dientes. Hijos de los mejores padrillos de la actualidad y al cuidado de entrenadores de primera línea.

Y la película tuvo un final feliz. Porque Lucky Campeón con el jockey aprendiz Walter Marrades hizo centro postergando a Play White Fire por el pescuezo, mientras que el tercero pasaba ocho cuerpos después.

A puro café y agua festejamos una gran jornada hípica con resultados favorables. Y ya que estamos, cómo puede ser posible que en el hipódromo se siga con esa estúpida ley seca de no poder tomar un poco de vino en el almuerzo o cena, según arranquen temprano o terminen tarde las carreras, o destapar una botella de champan entre cuatro para celebrar una victoria. O dos…¡las victorias!

En la persecución que mantuvo el Sr. Ibarra cuando fuera Jefe de Gobierno contra el Hipódromo de Palermo en la época de la apertura de los slots (algunos que pululaban cerca de Avda. Libertador y Dorrego, ya no sabían que hacer para tirarlas abajo o subirlas, vaya uno a saber) se dijo que no se podía expender bebidas alcohólicas al público en espectáculo deportivos. Pero también se sabe que no se pueden expender bebidas alcohólicas a 300 ó 200 metros (no tengo la medida justa de la ley) alrededor del escenario en cuestión. Igual el ejemplo que voy a dar está a un metro y medio. Así que podrían prohibirle los días de carreras que se vendan bebidas en Kansas. Por nombrar un restaurante cercano. Se imaginan lo que podría pasar.

Entonces la ley o el decreto o lo que sea para quién es. Para castigar a Palermo o para castigar a Palermo.

Ud. me dirá que es la misma cosa, bueno.

Igual en la mesa de la oficial festejamos como si se hubiese ganado un Pellegrini (allá en San Isidro se puede descorchar una botella de champan cuando gana tu caballo). Rodolfo Lamperti, manager, Hugo Matteo, entrenador y los propietarios amigos Bruno “Abelito” Doffo y Walter Tombolini.

Y a eso de las 21.00, cuando la noche se cerraba y llovía finito, un tal Infiel Soy sacaba luz sobre sus adversarios al pisar la recta. Le pegamos un grito, dos, tres, pero, en los 100 se quedó sin nafta, sin poder alcanzar el doblete soñado para el stud Señor Leo. Pero seguro que mañana habrá revancha, habrá emoción y habrá más alegría. Deporte que practican juntos y sólo en las carreras de caballos.

Son “Gente de Turf”…

Nota de la Redacción:

Les prometí un regalo y aquí está. La grabación de las dos carreras, para que le hagan un surco a la pantalla de sus computadores. Cuando se cansen de verlas, me avisan.

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