Campana de Largada - Turf Argentino

¿CUÁNDO DESCUBRISTE QUE TU PASION PASABA POR SER JOCKETA?
Yo nací en Lomas de Zamora, cuando era chica tenía mis actividades como cualquier chica de mi edad. Estudiaba inglés, francés, guitarra y nunca había tenido relación con los caballos. Pero un día, mis padres decidieron mudarse al campo. Se me hacía difícil para ir al colegio, tenía que ir caminando todos los días. Hasta que un día le pedí a mi papá que me regale una yegua tordilla que él tenía. Arranqué a montar y no paré más. Primero me metí en el ambiente de las cuadreras. El día que corrí y gané mi primera cuadrera, le pedí a mis padres que me anoten para correr en el Hipódromo.

¿COMO TE RESULTO EN ESE MOMENTO INSERTARTE EN EL MUDNO DEL TURF?
Fue muy difícil. En esa época las mujeres no eran admitidas en los hipódromos. Pero no me quedé con la negativa de mis padres. Insistí, toque muchas puertas y envíe muchas cartas. Descubrí que éramos varias intentando hacer lo mismo. Luego de mucha perseverancia logramos entrar diez chicas a la Escuela de aprendices de San isidro. Hicimos un curso de un año y medio. Con muchas de ellas mantengo una amistad hasta el día de hoy.
El director era Alejandro Lhuillier que enseñaba freno y Don Juan Araya que enseñaba filete. Fue un momento clave en el que los jockeys decidieron por el filete. Hoy es difícil que veas un frenero. La hípica se definió por el filete.

¿FUE TU PRIMER INTENTO EL QUE HICISTE EN SAN ISIDRO?
¡No! Primero me rechazaron en La Plata. Tengo la carta de rechazo, diciendo que no me podían aceptar por ser mujer. La guardo como una reliquia (risas).

¿COMO FUE EL DIA DE TU DEBUT?
Recuerdo la gran cantidad de mujeres que fueron al hipódromo para asistir a esa reunión. No era habitual esa convocatoria. Nos tiraban flores. Recuerdo hacer mi pasada previa con un clavel en la mano.
Debutamos el 15 de diciembre de 1974. Competíamos entre mujeres y llegué segunda detrás de Atenea, que tenía en la monta a Isabel Desvard, una gran amiga que me regaló el turf y que nos dejó hace poco.
A los 15 días, tuve revancha y logré mi primer triunfo con la yegua Sandie Shaw. Recién a fines del 75 nos dieron permiso para competir con los hombres.

¿HUBO ACEPTACION POR PARTES DEL AMBIENTE QUE HASTA ESE MOMENTO HABIAS SIDO EXCLUSIVO PARA HOMBRES?
Fue un shock para el ambiente en un principio. Los jockeys mas jovencitos lo aceptaron más fácilmente que los experimentados. Pero en general, siempre nos trataron con respeto. Lo que sí sucedía, es que a las mujeres nos daban pocas montas, Cosa que creo sigue sucediendo. Me gustaría que les puedan dar más montas a las mujeres. Si un jockey sirve para varear los caballos no tiene sentido que se lo saquen para la carrera. Me parece injusto.

¿COMO EMPIEZA LA RELACION PROFESIONAL CON JUAN BIANCHI?
Yo trabajaba con varios cuidadores, entre ellos, estaba Don Juan. Pero lo conocí a través de una amiga mía que había tenido un accidente y solía varear para él. Ella me recomendó para que yo la remplace mientras no pudiera montar. Yo era muy tímida, pero me animé y fui. Así comencé a trabajar con él, y ya me quedé ahí.
Era muy exigente Don Juan, pero nos enseñaba mucho. Era un cuidador que si uno prestaba atención podía aprender mucho.

SI TE DIGO TELESCOPICO, ¿QUE ME DIRIAS?

Era un potrillo importante, se veía que iba a ser un caballito serio, pero nadie podía imaginar que iba ser cuádruple coronado. No debutó tan temprano. Ganó su primer carrera quince días antes de ganar la polla de potrillos. Le gustaba correr sin que le pegaran.

QUE RECUERDOS TENES DE AQUELLOS TRIUNFOS EPICOS EN 1978
Todas fueron carreras muy especiales. Casi todas las ganó por escaso margen.
El día de la polla de potrillos ganó por medio cuerpo. Llovía muchísimo, había mucho barro en la pista. Fue una carrera muy comprometida. Largamos en el 6 y el caballo corrió entretenido.
Cuando fue el Gran Premio del Jockey club, se me cortó una rienda justo antes de largar la carrera. Delante de la gatera me cambiaron la rienda como se pudo y salimos con una rienda más ancha.
En el Nacional el caballo se va de cabeza un poco, en una carrera muy enredada, pero la sacó adelante.
El Carlos Pellegrini fue una carrera que disfruté mucho. Se corrió en Palermo a 3000 metros. Ganó por 18 cuerpos. Su preparación era excelente, su salud era óptima y llegaba muy bien a la distancia. Uno de los días más felices para mí.

¿ES VERDAD QUE LEGUIZAMO LE RECONOCIO A BIANCHI QUE CON VOS SE HABIA EQUIVOCADO?
Don juan siempre contaba la anécdota de que a Leguizamo decía que las carreras no eran para las mujeres, no le gustaba que nosotras corriéramos. Un día se lo cruzó y se disculpó con él por haber expresado eso. Pero yo lo tomé mas como algo generacional, creo que a ellos le pudo haber costado romper con ciertos cánones. Hoy en día nuestros chicos nos enseñan cosas porque a veces cuesta abrir la cabeza.

Continuaremos recorriendo historias de esta y otras grandes mujeres luchadoras durante el mes de la mujer...