Campana de Largada - Turf Argentino

EN SU ULTIMA VISITA SE QUEDO CON LAS GANAS DE SACARSE LA FOTO, PERO AHORA PALO Y CARAMBOLA

Fue una jornada fantástica la de los muchachos. Es que “Los Tres Mosqueteros”, Beto, Guillermo y Raúl, recibieron a un cuarto, el “Gran Quique” que nos visitaba después de un buen tiempo de estar en EE. UU. donde trabaja desde hace muchísimos años.

La vez pasada se quedó con las ganas de sacarse la foto. Salían los caballos de Mourazos a la cancha y pegaban en el poste y en el travesaño, pero no ganaban. Y el hombre se fue dolido. Pero en el último mail que le mandé le dije que lo estaba esperando con los brazos abiertos y con la cámara de fotos colgada del cuello para que por fín se sacara las fotos con sus amigos de toda la vida.

No hace falta decir que Guille y los muchachos le tenían una fe ciega a su pupilo. Un hijo de Val Royal, Royal Obsession que venía de entrar segundo en muy buena gestión.

Y que por supuesto no pensaban “nada en contra” en cuanto a la presencia de Quique.

Y para que no tengan dudas, el hombre mostró un papelito bien barato, decía Pick 4 y se lo mostraba a quien quisiera verlo. Agregándole “tengo uno pelado en la novena”.

La cuestión que cuando el chico Saez lo embaló y sacó buena ventaja para ponerse a resguardo de todos, el hombre no sabía a quien abrazar. Lo vi feliz saliendo de la tribuna oficial y bajando esas escaleras, como si fuera a recibir el premio al mejor actor.

A todo esto Quique que hace poco con cinco dólares hizo un dibujo en una jugada en su país de laburo, llevaba acertado los tres primeros pases del Pick 4 que lo había mostrado antes de las 17.30.

Y cuando venían corriendo la décima y pasó a ganar un tal Taimao, lo único que le salía entendible era “acerté el Pick”, “acerté el Pick”. Que da esto, que da aquello, que Leandrinha era un plomo remachado, que más que un Pick 4 era un triplo y tantas boludeces que se dicen cuando se tiene un poroto de los cuatro y no se la vio ni cuadrada.

Hasta que de pronto vino la placa y acusó en la balanza 22 calinas, apiladitas, fresquitas.

El tipo que no pudo sacarse la foto la otra vez, hizo palo y carambola. Ganó el caballo de sus amigos, se fue a sacar la foto y para más les embocó un dividendo de largo festejo.

En la despedida, yo me tenía que ir, no él, quedamos en vernos domani en el Norte. Y el domingo en Palermo, y el lunes en el mismo escenario, el martes en el Bosque y el miércoles en San Isidro. El jueves no le dijo uno al pasar.

¡Cómo que el jueves no hay carreras!, dijo con el rostro desencajado y con la voz casi al borde de quebrársele. No, hermanito, comentó el tío que bajaba las escaleras, el jueves no hay en La Plata, hay en Palermo.

¡Piuff!. Vengo diez días y me quieren borrar una reunión, dijo por lo bajo.

Tomó asiento, prendió un faso, un sorbo de café cortado y abriendo la revista preguntó, mientras la bocanada de humo lo tapaba entero, ¿arranca otro Pick ahora, no?