Gente del turf
JACINTO, MARIA Y RAFAEL Y ESTUDIANTES DE ARQUITECTURA EN EL PESAJE GANADOR
por Osvaldo Martinez
Era un buen día para “el gran” Jacinto Rafael Herrera, para María, su señora esposa y su hijo Rafael. Es que este vienes 28 de octubre el hombre presentaba varios ejemplares, teniendo como favoritos U S Open en la segunda, Mister Tin en la octava y De Lo Lindo en la undécima prueba hípica.
A veces los hijos lo ponen a uno entre la espada y la pared. Sucedió que en el caso de no tener una buena jornada, Jacinto y María se hubiesen ido del hipódromo tristes, casi como enojados y con el lema, vuelta a empezar. Pero no, el hijo, Rafael Herrera, que como viejos que somos lo recordamos de bien chiquito y ahora es más alto que Ginobili, le metió presión. Invitó a sus compañeros de facultad de Arquitectura, de la Universidad de Belgrano, a ver como era eso de las carreras de caballos.
Lo más triste y quiero que me crean, pero se los advertí, que esto no es de todos los días que un entrenador pueda sacar de recinto de los vencedores a dos ejemplares y en el cotejo jerárquico, obtener un segundo puesto.
Se imaginan cómo estaban los muchachitos. Pensaron que esto es más fácil que nada.
Doy fe que llegaron al hipódromo Argentino de Palermo bien temprano, y que estuvieron conociendo las instalaciones. Ya después de la segunda, donde tomamos la foto, preguntaban donde se cobraban los dos boletitos que habían jugado.
Rafael Herrera y sus amigos y compañeros, Daniel Yacopino, Federico Cilia, Esteban Distéfano, Franco Moretta y Matías Lattanzio, pasaron una tarde inolvidable.
A Jacinto y a María se lo veía felices. Es que esto de la cuida, no tiene nada que ver con la conducción. Y vaya si hay alegrías también, pero es más difícil llegar a ellas. A su paso la gente le grita, vieron como es la gente, ¡¡¡volvé Jacinto!!!. A uno le dije al oído, debe ser lo que más quiere en el mundo, pero no puede. Y la bestia atacó otra vez, ¿Y esos pibes son todos de él?. No son amiguitos del hijo que estudia arquitectura.
Luego de ganar con el pupilo de La Quebrada subí al palco de periodistas y desde allá arriba los vi a todos juntos irse para los boxes. Y por esas cosas de las carreras me imaginé unos cuantos años atrás, cursando arquitectura, para “ir a estudiar” a la casa de uno de los jockeys más grandes de nuestra hípica.
No hace falta decir que lo extrañamos en las pistas.
Jacinto, María, Rafael, son gente de turf…
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