Campana de Largada - Turf Argentino

NO PONDRIAMOS LAS IMÁGENES QUE TOMAMOS DEL TELEVISOR SI “COSTITA” ESTUVIESE PASANDO UN MAL MOMENTO. GRACIAS A DIOS…¡YA ESTA EN CASITA!

Lo estuve llamando en estos días para saber de su estado. Y “Costita” estaba contento, porque le faltaban unos días para poder correr, con el permiso de las médicos. La caída lo había dejado fuera de las competencias durante un tiempo.

Y volvió, como siempre con toda su calidez, un pibe de perfil bajo, un jockey fantástico para el periodista que escribe estas líneas.

Y por lo sucedido hoy, es que siempre digo que los jockeys son unos profesionales increíbles, que corren con cualquier condición climática y con los kilos, tema que no se habló más, hacen esfuerzo único para poder seguir corriendo.

Alrededor de las tres y media de la tarde lo vi llegar con su fusta en la mano, tenía unas montas, pero la de mejores antecedentes era Botinera Fatal, mirá el nombre de la yegua en cuestión, en la quinta carrera con el número 3 en el mandil. Había debutado segunda, a medio cuerpo por debajo de los 56” los 1000 y prácticamente se la regalaban. Pero la más segura en las carreras, es capaz de volcar.

Y fue así nomás, cuando viajaba en punta, apurada por Flor Catalina por el centro de la pista, comenzó a saltar corriendo, se puede ver en las fotos, a corcovear y de pronto, sintió con su cuerpo el plástico de la empalizada y como se la llevó puesta, la partió en varias partes, tirando a su piloto que pegó contra los palos, quedando tirado junto a la empalizada falsa rota, mientras que la yegua seguía corriendo por la cancha de adentro.

Enseguida llegaron las ambulancias y los médicos, por un momento el apuro de ellos en llevarlo arriba de una camilla hacia la ambulancia para salir rápido al Sanatorio, nos hizo pensar que estábamos en problemas. Mejor dicho, que “Costita” no estaba bien.

Pero por suerte las informaciones fueron alentadoras. Después de los estudios correspondientes, Juan Cruz Costa se fue para la casa, tras pensar cuando volaba por el aire, lo peor.

Por eso, porque no le pasó nada, deseo, quiero mostrar los peligros que corren los jinetes a cada momento. Gracias a Dios el pibe está bien y es factible que el lunes salte a la cancha de Palermo.

Les pido lo reciban con un aplauso. Costita, todos los jockeys se lo merecen.

No es fácil la cosa cuando se va arriba de un caballo a 60 kilómetros por hora, pisando dos fierritos y con un casco que la verdad, no sirve para nada.