Campana de Largada - Turf Argentino

SOCIEDAD DE AMIGOS LA DE MARCOS Y DE GUILLERMO QUE CADA AÑO COMPRAN UN CABALLITO PARA VIVIR ESTOS GRANDES MOMENTOS. CAIO MARIO LO HIZO…

No hace mucho, exactamente el 11 de octubre, ganaba su primera carrera Caio Mario, pupilo del Stud La Candida, blanca faja azul, colorada y azul, mangas azules y coloradas a cuadros, gorra azul, borla colorada. Hace mucho, pero mucho tiempo Marquitos me pidió que le hiciera una chaquetilla. Fui a Palermo, consulté a los muchachos de las chaquetas y después de dibujarla un rato largo, salió redonda, por supuesto con los colores gloriosos para Marcos, los de San Lorenzo.

Y junto con Guillermo Lorenzo y Mariano Rinaldi, fueron disfrutando victorias, algunas pocas y derrotas unas cuantas, muchas. Pero el asunto era esa semana después de la anotación, seguir los anotados uno por uno, y pese a los cotejos que siempre son bravos, la ilusión de ir a buscar su caballo al recinto de los vencedores. Y eso sucedió el día, a la hora señalada, el 11 de octubre, con el hijo de Shaniko y con el debut en su silla de Pablo Gustavo Falero.

Vale la pena recordar algunas de las frases que escribí en esa oportunidad que me llenaron de gozo, tanto como para volver a repetirlas, algunas, nada más. Esto decía quien les escribe, cuando Caio Mario, el caballo de mis amigos ganaba su primera carrera en Palermo, en el Templo…

“TENIA QUE ESTAR “ALADINO” ARRIBA DEL ZAINO PARA PONERLO EN EL DISCO. SORTEO TODOS LOS PROBLEMAS Y AL FINAL LE BUSCO INTENCION PARA PASAR DE LARGO”

Lo copié textual y bien podríamos que el “Sr. Aladino” repitió la hazaña, cuando el cuadrero Record de Vuelta, ganador en La Pampa, se lo traía de una oreja al disco. Pacientemente Falero lo fue buscando en los metros finales, para lanzarlo por el tobogán que tanto hablamos nosotros en nuestras crónicas y en la estadística de mi hermano, para que el zaino de 480 kilos alcanzara al líder en la misma raya. Esto contaba yo…

“No hay cosa más linda que tener un caballo entre muchos. Gane o pierda, el ir a verlo trabajar a las pistas los martes y los viernes, ni les cuento el día de la carrera, sea el Nacional o una carrera de 5 ó 6 años, en 1000 metros, perdedores. La redonda, el paseo, cuando entra a las gateras, cuando se abren las jaulas. Y encima teniendo a un jockey de la categoría, de la calidad, de la clase, de la sapiencia, del que quien escribe esta nota cree haberle encontrado el nombre ideal, Aladino. Mientras Velindo Sport viajaba cortado en la delantera, otra vez segundo, se escuchó en la Oficial y por dentro tirando hacia media cancha lo perseguía Milenario Poderoso, mientras que Pablo Gustavo Falero venía frotando la lámpara, y viendo que el líder se iba hacia la verja, cortando atropelladas, lo lanzó por el tobogán, entre medio de los dos líderes, con el de Cunz, viajando para todos lados de los 300 a los 100. Látigo, cambio de mano, lanzarlo en los tramos finales, todo eso a 60 kilómetros por hora. Una maravilla a los ojos, un extraordinario ejemplo para que Héctor Libré lo pase una y otra vez el vídeo en la Escuela de Jockeys Aprendices de San Isidro y en La Plata y en La Punta, donde haya una Escuela, las grandes faenas del Sr. Aladino, tienen que estar”.

Sólo para la crónica, tengo que cambiar los nombres de Velindo Sport por el de Record de Vuelta y listo. Un calco para que el entrenado por Enrique Martín Ferro alcance su segunda victoria en doce presentaciones.

Estábamos todos los que estuvimos la vez pasada, lamentablemente sin Guillermo Lorenzo, sin Eduardo “Quique” Martínez y sin el Tano De Cillis, pero ellos lo disfrutaron desde sus distintos lugares de combate, de guerra, imposible de llegarse hasta el Hipódromo Argentino de Palermo, en Buenos Aires, República Argentina.

Pero ya van a estar muy pronto, para que disfrutemos de esta maravillosa pasión, la de tener un caballo de carrera y que participe con sus colores en el Argentino de Palermo, historia viviente de nuestro turf. Y con Caio Mario no se gana una, se ganaron dos.
Poco antes de disputarse la carrera donde corría el crack, Marcos Dabbah anunció a la mesa que habían adquirido junto con Guillermo Lorenzo y el Tano De Cillis, un nuevo caballo, y que estábamos, sin gasto alguno, en una parte Mariano Rinaldi, Salvador Del Carril y los hermanos Martínez, que venimos a ser nosotros, Eduardo y Osvaldo. Un ser maravilloso, sin duda. En el cierre de la nota del 11 de octubre decía…

“Hagan la prueba, compren un caballo entre tres, entre cinco, entre diez amigos. Sale nada y por mes, menos. Viajen a cualquiera de los hipódromos para verlo en el stud, para verlo trabajar, y el día que se va a poner la chaqueta el jinete con “sus colores”, van a sentir algo especial, y cuando salga a la cancha y cuando el caballo viaje hacia las gateras, sentirán algo maravilloso, y si cruza, el corazón les va a sonar y les va a saltar, como nos sucedió a nosotros”.

“Hay que anotarlo rápido, estas enormes sensaciones hay que vivirlas lo más rápido posible. La sonrisa de los muchachos bajando las escaleras para ir en busca de su caballo, no tiene precio. Digo más y si exagero pido disculpas, pero hasta me parece que estas cosas, estos pequeños regalos, te alargan la vida”.

“Y nada nos hace más felices que seguir compartiendo estos emocionantes momentos con amigos de siempre. De muchos años, con el corazón en la mano y el ruido del galope de un caballo golpeando con sus hierros en la arena”.
“Sonidos maravillosos…”

Mientras escribía la nota, mejor dicho las notas, porque este viernes dimos vuelta la página como si fuese un diario, felices, contentos, alegres, sonó el celular con un mensajito a las 23.00 en punto. De Marcos, además de decirme que estuvo encantado de haber compartido esta alegría, me pedía que suba lo más rápido que pudiese, subir la carrera porque en los metros finales se tildó con la rodada, por suerte el jinete solo tiene un fuerte golpe en el brazo derecho y el caballo siguió corriendo normalmente. Sentimientos de un tipazo que a cada rato tira semillas para sembrar amigos. Y la cosecha es de amigos de buena madera que lo aprecian toda la vuelta. Ya hablé con mi hermano, mañana con el Tano y por la tarde seguro le pego un tubazo al gran Guille, en el país del Norte. Otro fuera de serie, como dice el dicho, pero tomado para la parte buena de cómo fue dicho en su momento entre dos grandes de otra época, Dios los cría y ellos se juntan. Abrazo a la distancia campeón, ganó tu caballo, el de Marcos, y estamos todos muy felices.

Ellos son verdaderos hombres de las carreras. Son Gente de Turf…