Campana de Largada - Turf Argentino

GENERACIONES DE NUESTRO TURF, FELICES, FUERON A BUSCAR AL DEBUTANTE QUE LES PUEDE DAR OTRAS ALEGRIAS, COMO CUANDO CRUZABA MARUCO PLUS

No nos acordábamos para nada que el Stud Tata y Tigre eran los colores de los Testino, particularmente de Luisito. En la mesa de siempre en la Oficial de San Isidro, bien temprano estaba Alberto, Tití para los amigos, miré rápidamente el programa oficial y vi que corrían con su chaquetilla tradicional, la de Haras La Gringa, en la décima carrera con el número11 en el mandil. Pero después los registré en la redonda de exhibición, de la tercera prueba hípica, donde seis ejemplares de 2 años, perdedores, saltaban a la cancha, pero con una muralla como lo era el gran favorito Seleukos.

Me fui al disco para tomar las fotos correspondientes, y tras un final emocionante de cabeza a cabeza, entre Seleukos y Must Go On, Altair Domingos y Gerónimo García, el hijo del padrillo Freud logró medio pescuezo de ventaja en el filo del disco.

Camino al recinto de los vencedores, el grupo, el mismo grupo que había visto en el paseo preliminar de los potrillos, se abrazaban y se encaminaban a sacarse la foto, escena de la mejor en la obra de teatro de las carreras de caballos, cuando se levanta el telón. El hermoso hijo de Freud, nacido y criado en el Haras Santa Inés, entraba a la herradura con un Gerónimo García exultante, no era para menos, había ganado con el potrillo debutando y ante un candidato de acero y montado por uno de los mejores jockeys de nuestros tiempos, Altair Domingos.

Franco y Luciano Diz, este ausente con aviso, propietarios, Carolina, Ezequiel, Alejandra, esposa de Eduardo Ferro y Nicolás, el hijo, Alberto (Tití) y Luis Testino, sonrieron para la foto, con el sonido de los celulares sonando y sonando, el primero en comunicarse, el padre de los muchachos, Alberto Testino.

En este caso en particular las familias de los Testino y de los Ferro. Y vaya que sería largo enumerar la historia de la familia Ferro, teniendo el recuerdo de un grande, en mis primeros pasos al lado de Don Luis Ferro, luego pasando por Carlos y Eduardo y ahora con Nicolás. Y de los Testino, también, su papá Alberto, Tití y Luis, y ahora Franco y Carolina. Son Gente de Turf hasta la médula.

Esto no es de ahora, en el 2009, cuando cruzara el tordillo Maruco Plus en San Isidro, en el Gran Premio Joaquín S. de Anchorena (G1), venían de ganar el Gran Premio San Isidro (G1), escribí lo siguiente, y que vale recordarlo:

“Tal cual lo comentamos el día del Jockey Club, el caballo del pueblo reunió a todo el país. Porque en el recinto de los vencedores estuvieron todos. Alberto Testino rodeado de sus hijos Alberto (Tití) y Luis, Albertito y toda la gente linda del stud La Gringa. A Eduardo Ferro y su señora esposa (a la que en esta oportunidad no la tomaron desprevenida). Decimos esto porque el día del San Isidro la dejaron sola en una fiesta familiar, para irse al hipódromo. Los Grimaldi, con “El Gringo a la cabeza, Laurita Triaca, emocionadísima, hasta el llanto, seguramente cruzándose con la figura de su querido padre y mi estimado y querido amigo Ricardo Napolitani. Que en la anterior victoria no pudo estar presente y ahora tocaba el cielo con las manos. No se si lo debo contar, pero me llegó hasta el alma lo que me dijo arrodillándose al borde del escenario. Me acuerdo de Papá y por suerte tengo a Alberto Testino a mi lado. Una declaración, una confidencia, y te pido disculpas por anticipado por publicarlas, expresadas en un momento muy especial, pero sentidas, salidas desde lo más profundo de su corazón. Es evidente que el “Uno” de los Testino es tipazo. Lo deja traslucir su perfil bajo y su tremenda modestia cuando recibía la copa. Y lo más importante rodeado de sus hijos, nietos y de su gran familia. Siempre digo, una de las cosas más difíciles en la vida de un ser humano es llevar por el mismo camino a sus descendientes. Puede ser que en la otra vida, seguro que la hay para las buenas personas, yo pueda tener a mis hijos Jerónimo, Nuria y Nicolás trabajando en la hípica. Hoy por hoy se me fueron, se me escaparon para la cibernética y para la medicina. No es el caso de los Testino, no es el caso de los Triaca, no es el caso de los Ferro, no es el caso de los Grimaldi y no es el caso de los Napolitani. Es más que extraordinario que un caballo como Maruco Plus reuna a tanta gente de turf. A tanta familia verdadera del turf argentino”.

Ahora no son tantos, pero estoy seguro que todos ellos van a esbozar una sonrisa cuando lean la nota. Principalmente mi amigo de toda la vida Ricardo Napolitani, que tuvo un parate, después de un gran esfuerzo, y ahora está listo para reprisar. Como decía un paisano formoseño, en cama durante mucho tiempo hasta que sanó: “Regreso a la actividad con toda tranquilidad, sin apuro, un jarro menos y dos vueltas más. Bien herrado, pelo lustroso y con todas las ganas de seguir ganando carreras”.

Abrazo para todos ellos, Gente de Turf…