Miercoles 26 de Julio de 2017

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Por el mundo

NO ESTABA FÁCIL DAR EN EL BLANCO EN EL PREMIO POTRA FABULOUS, SOBRE 1400 METROS. CAMPANA COLOCÓ EN LO MÁS ALTO A DOMATTINO Y SALIÓ BIEN PARADO. FUE UNA MÁQUINA DE CORRER EL HIJO DE EQUAL STRIPES. SIHUA EN EL TERCERO DE LA JORNADA GUAPEÓ

Qué caballo extraordinario y qué propietario. El caballo siempre hizo lo posible por volver, por correr, por ganar, por vencer. Se preguntaban dos amigos en las escalinatas de la Tribuna Oficial, a sabiendas que yo lo había dado exclusivo en la tira de San Isidro, lugar de donde lamentablemente me voy a tener que retirar ahora, a fin de mes, porque para dar los candidatos hay que estudiar mucho, ver carreras, y eso lleva mucho tiempo, y la verdad, pese a que lo lamento profundamente, no lo puedo hacer más. Ya saben que estoy solo en la página, trabajando como si fuese un diario. Ya lo voy a comentar un poco más, pero ahora sigo con lo de los aficionados que me recordaban el día que escribí en defensa de su propietario, que luego de mucho tiempo, el caballo ganó en Palermo y salió a buscarlo a la cancha, para abrazarlo, para besarlo, para agradecerle tanta nobleza. El alazán de 484 kilos de puro músculo, hijo del Padrillo Estrella Equal Stripes y Donna Halo por Halo Sunshine, con sus 484 kilos, se fue para adelante temprano y en una cancha que no estaba para grandes marcas, pasó las catorce cuadras en 1´22”90, cruzando con seis cuerpos de ventaja. Nació en el Haras Abolengo y el Stud se llama Crazy Chain, su propietario Adrián Aruguetti, tufman de ley.

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por Osvaldo Martinez

SEPTIMO TRIUNFO DE DOMATTINO EN 18 SALIDAS, ESTA VEZ POR VARIOS CUERPOS, LLEGANDO COMO UN RAYO. YA LE HICIMOS UNA NOTA, ALLÁ POR EL 20-12-2014 EN LA SECCIÓN GENTE DE TURF, DEFENDIENDO A LOS DOS…

Por suerte es material que uno lo tiene a la mano, porque siempre pasan cosas en nuestro turf y uno se enoja y ataca, y cree decir verdades. El público que siguió estas líneas, me lo hizo saber que estaba totalmente de acuerdo con mis consideraciones. Esto lo escribí en el 2014, cuando Domattino ganó una de sus tantas competencias. Vale la pena leerlo, porque saben qué, ¡aquí no ha cambiado nada! y estamos en el 2017…

Con referencia al propietario que fue a buscar su caballo y entró a la pista. Me tienen podrido los que miran el exterior como si fuese el mejor turf del mundo. Y les parece hermoso, precioso, que por ejemplo, los yankis salten a la cancha a buscar a su caballo. Y después lo traen de la brida hasta que se pesa el jockey, allá una belleza sin par, el dueño con su caballo luego del triunfo, acá un tal Adrián Aruguetti que cuando lo fue a ver a boxes a Domattino, lo abrazó y se largó a llorar, “me quebré”, dijo, a ese propietarios emocionado, feliz, compartiendo ese momento sublime junto a su familia todo el rigor de la ley. Muy bien, muy lindo…

No saben lo que fue después de ese debut el 9 de octubre de 2012. Su caballo, el hijo de Equal Stripes había ganado debutando en las manos de Juan Carlos Viviani dejando muy buena impresión y el hombre tocaba el cielo con las manos. Pero un buen día me lo encontré en las carreras y me dijo que se le había roto el caballo. El mismo ejemplar que él creía que se iba a cansar de ganar carreras, casi no podía correr más. Decisión de un propietario verdadero, de un tipo que ama profundamente la actividad, se lo quedó. Y lo llevó a un lado, a otro y de pronto, recaló en el stud de nuestro amigo, el Negro Siele. Qué les parece un tío que se queda con un caballo roto desde el 9 de octubre de 2012. Dos años yendo y viniendo, hasta que de pronto llegó el día, a la hora señalada, en el Gran Palermo, unas carreras atrás, se había tomado la foto con su amigo entrañable, Guillermo Rubino. Y llegó la carrera, la de él y la de su caballo. Y conducido por Cristian Menéndez, perdía en todos lados y en el disco, ganó. Qué se podía esperar de ese hombre, que lo aguantó dos años a su caballo, para verlo reaparecer ganando y en Palermo. No pensó lo que hacía, saltó a la cancha y lo fue a buscar.

Todo el mundo recuerda cuando otro hombre, Alberto Turró, celebró la victoria de Montañez Tom en la arena de Palermo. Se arrodilló en el barro y alzó sus manos al cielo, con el caballo ganado en el sorteo que hacía Palermo en esos tiempos.

Saben de cuántos propietarios así necesitamos. De Turró en el ´98 si mal no recuerdo y ahora de Adrián Arugueti, saben de cuántos, cuando vemos podios con el peón sujetando al caballo ganador y los figurines o ayudantes del entrenador sacándose la foto o recibiendo un premio. Todos los días presenciamos premiaciones con el propietario ausente, el criador tampoco está y recibe el trofeo, el preparador que está suplantando al verdadero cuidador del caballo, porque éste está suspendido.

Cuidemos a nuestra gente de turf, a los que sirven, a los que no le hacen mal a nadie, a los que sienten la hípica en lo más profundo de su corazón, no tenemos que demostrarle a nadie que somos honestos, jugando con el reglamento en la mano, como si fuesen jueces de la nación. Las autoridades tienen que tomar medidas severas con los que dopan, con los que paran y con los que verdaderamente le hacen daño a nuestro turf.

Osvaldo Martínez, carnet de periodista 9965, gente de turf
 

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