Campana de Largada - Turf Argentino

- Bueno, José, vos dirás....por qué este apuro en adelantar la sesión…..
- La pesadilla, doctor. Otra vez la pesadilla de la que le hablé. Es insoportable.
- Ajah…
- Lo peor es que me despierto mal y ya no puedo volver a conciliar el sueño.
- Bien. Me estás hablando de la pesadilla de la espera.
- Sí doctor.
- Que te parece si la charlamos, José…
- Y, de repente siento un nerviosismo, una ansiedad, por algo que ha concluído y que no se puede cambiar ni tiene vuelta atrás…y yo estoy ahí parado esperando. Un cuatro, quiero que me pongan un cuatro. Empiezo a temblar temiendo que sea un dos. El resultado se demora…transpiro frío…y siempre termina con el tipo que sale y me anuncia el dos.
- José, los sueños son vivencias reales o imaginadas que nosotros transformamos simbólicamente. Esto está absolutamente claro para mí y espero que lo esté para vos también. Es evidente que cada vez que aparecen problemas familiares o laborales hay una inseguridad que te lleva a reflejar un momento crucial de tu vida. Ese examen final significaba mucho para vos. Tu estudio implicó un sacrificio muy grande y en esa instancia comprendo tus expectativas. La aprobación, el cuatro que pedís, era todo para vos, por tu familia, por tu vida futura. Hoy sos un profesional exitoso, ese final tiene que ser un grato recuerdo para vos, incluso porque obtuviste mucho más del cuatro que pretendías. Se entiende que el dos era el aplazo, la postergación, el fracaso. El psicoanálisis te abre este campo de la comprensión para que no traslades tus dificultades cotidianas a un mal sueño…
- Sí doctor, aunque…
- Bueno, digamos que lo que nos faltaría elaborar es la significación de esa simbología que mencionaste la vez pasada referida a las “chapas”…. en tu propio decir, lo tengo aquí anotado, “agarra la chapa del cuatro y la pone debajo de la chapa del dos”….pero eso lo vemos en la próxima porque ya es la hora….