Sábado 9 de Enero de 2010

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MAS QUE UN PINGO, UN AMIGO

Trofeo tapa

por Eduardo Martinez

- Preciosa la casa, Rubén. Te felicito. Que la disfrutes con tu familia como te merecés.
- Y….era el sueño de mi vida….una casa así y en mis pagos.
- La verdad, todo bárbaro…hasta el campito y las instalaciones para la crianza.
- Vení…quiero que veas esto. Pasá por acá…esperá que enciendo las luces.
- ¡ Ah, bueno !. ¡ Sala de trofeos !.
- Aquí puse todo : las copas y los premios en las vitrinas y todas las fotos, los cuadros….
- ¡ Espectacular !. Acá está toda la historia.
- En este sector tenés toda la campaña de Beresford…las de la cuádruple corona y los triunfos en Estados Unidos y Dubai.
- Aunque tuviste otros que servían, ¡ qué satisfacción debe ser tener el mejor caballo del mundo!... pero te quiero preguntar algo y perdoná mi curiosidad…
la foto más grande y en el mejor lugar es de ese zaino que dice Botín, que si mal no recuerdo no salió de perdedor.
- Sí, y que ni siquiera era mío…pero tengo un motivo importante…todo esto se lo debo a él.
- ¿…..?
- Yo era el peón de Botín. Fue el primero laburando en los máximos y era mi favorito. Lo quería con el alma. Era limitado y con sus nanas pero yo le tenía fe por lo guapo.
Y llegó el día que pensé que me salvaba. Era un día de Gran Premio y comí salteado en la semana para jugar una cadena que tenía pozo. La hice bastante defendida, con un par de locuras que me gustaban y con Botín clavado en el cierre que me parecia que estaba para ganar visto lo barata que era la carrera.
En la redonda, cuando lo estaba caminando, las piernas me temblaban. Tenía en el bolsillo tres pesos y el vale con cinco pases acertados, dos de ellos muy bravos. Yo le hablaba bajito y le suplicaba que pusiera todo. El giraba la cabeza y me miraba como diciendo “haré lo que pueda”. De pronto corre como un reguero que estaban jugando un caballo de afuera al fiado. No tenía antecedentes pero se decía que lo trajeron para quedarse con todo y no podía perder. Encima le habían echado de última una monta de lujo.
Bueno…ya me empecé a resignar cuando resulta que entrando a los partidores veo algunos movimientos raros, el jockey que desmonta y el anuncio que lo retiran por claudicar. Después todo fue muy rápido. Ganó el que se decía, fue favorito, mi vale por reglamento le fue a él y me quedé con el medio millón que había en el pozo.
Lo curioso fue que en medio de los festejos me voy a la veterinaria y me pareció que Botín pisaba bien….relinchaba y me miraba de una manera extraña. Al día siguiente se confirmó que no tenía nada ....te digo que no sé qué pensar…..o sí. Ahí fue donde compré a Bereford… y lo que sigue lo sabés… pero todo se lo debo a Botín.
 

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Hay 3 comentarios:
  • #1 - Lalo

    Buenisima la nota, me hizo emocionar, esto lo tendrian q leer algunos, hermano, los pingos tienen sentimientos, por eso algunos cambian la monta despues de haber ganado varias con un jockey...los pingos tambien se encariñan con uno.

    22/01/2010 11:22 hs.

  • #2 - marcostoss

    Muy linda historia, felicitaciones.

    14/01/2010 00:19 hs.

  • #3 - luis

    Como siempre, Eduardo, escuchar y leer algo tuyo de las \"carreras\", un placer. Te felicito.

    12/01/2010 14:52 hs.

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