Campana de Largada - Turf Argentino

ANTONIO MARSIGLIA PUEDE ESTAR MUY TRANQUILO CON UN JOCKAZO COMO PABLO GUSTAVO “ALADINO” FALERO

Carrera brava por donde se la mire era el cuarto pase de la jornada palermitana. Especialmente porque arrancaba otra vez Live Lobster, un invicto en dos del Rubio B., con una prestancia camino a los partidores que metía miedo. Un Google Earth que todavía recordamos su valiente triunfo en el Clásico Buenos Aires (G3), inclusive en el final de esta nota, recordamos nuestras palabras sobre el hermoso alazán del stud Daró y al cuidado de nuestro amigo Antonio Marsiglia. Y por si fuese poco un temible platense Icy Glory, que estuvo en las bravas.

Y lo que prometía la prueba que nos ocupa cumplió hasta que Falero dominó con luz. Porque enfilaron la recta con el dominio del invicto con Jorge Ricardo en su montura y fue en su busca por el medio de la pista Pablo Falero.

Incluso por el lado exterior de la pista, cuando declinó Live Lobster, arrancó con fuerza Profeta Planet, que llegó a cuerpo y medio del vencedor, con el hijo de Easing Along en el tercero a medio pescuezo.
El ganador empleó 1´34”12 para el recorrido de la milla, con estos parciales: 23”60 los 400; 47”13 los 800 y las doce cuadras en 1´9”80. En el recinto de los vencedores Pablo Falero, Antonio Marsiglia y Daniel Daverio. En ese mismo momento me enteré que como el caballo se toca adelante, “Aladino decidió correrlo de atrás. Y frotó la lámpara otra vez. A continuación el comentario que hicimos cuando ganara el cotejo de Grado Tres en este mismo escenario.

“Cada caballo tiene su historia. Y cada stud y cada propietario, también. Ni hablar del padrillo. Lo recuerdo como si fuese hoy, cuando salía a la cancha el "toro de las pampas". Enrique Daverio y Santiago Martínez de Hoz eran sus dueños y lo disfrutaron como a ningún otro. En esa época venía a la mesa de la Oficial de San Isidro, el hijo de Enrique, Daniel. Hoy ya un señor, y al que le subieron las pulsaciones a mil, cuando el más grande, retomó la punta, tras ser emparejado por el favorito de la contienda. El caballo estaba impecable, brillante lo de Antonio Marsiglia y el jockey, Pablo Falero, qué más se puede decir de este fenómeno de las pistas, inigualable. Dany se emocionó casi hasta las lágrimas. Estuve a su lado”.

Felicitaciones “Dany”, abrazo grande…