Campana de Largada - Turf Argentino

Sir Fever, un “triplecoronado fuera de serie”

En una nueva y estupenda demostración, el invicto Sir Fever ganó por amplio margen el “Gran Premio Nacional”. Carta excluyente de la cátedra y de la afición, que lo ungió otra vez gran favorito, ratificó su clase de campeón en una jornada para el recuerdo. Con su victoria en el “Derby”, se convirtió en el primer potrillo nacido y criado en Uruguay en lograr la anhelada “Triple Corona”, desde la reapertura del remozado Hipódromo Nacional de Maroñas en junio de 2003.

El renegrido zaino del stud “Oro Negro”, con sus relevantes actuaciones, exhibe a los tres años un exclusivo historial de neto cuño clásico que no registra antecedentes en el turf uruguayo. Nada menos que diez victorias consecutivas obtenidas en gran estilo y con distinción, desde su debut el 6 de enero pasado en el clásico “Antonio Araújo”, reservado a los “dosañeros”, en la emblemática fecha del “Ramírez”.
El domingo desde su llegada al hipódromo y su ingreso a los boxes de espera, Sir Fever fue el epicentro de la atención de los aficionados. Figura estelar de la reunión, todas las miradas convergían en el llamativo y armonioso hijo de Texas Fever y Sirina. Mucho público se dirigió a la “redonda” para ver de cerca al crack en sus movimientos previos a su salida a la arena de Ituzaingó y tomarle fotos. Su corto y tranquilo trayecto hacia las gateras, fue saludado con gran entusiasmo por la concurrencia desde todas las tribunas.
Izada la bandera roja y al toque de campana, se alinearon los cinco participantes en los partidores. En buen momento se dio la orden de salida y Sir Fever asumió el comando del reducido grupo.

En parciales muy lentos, recorrió cómodamente el primer kilómetro, seguido a un cuerpo por Fletcher, a dos largos se desplazaba el brasileño Malandrino, cerca Interrogado y en la retaguardia, alejado, Basko Hy. No hubo variantes de importancia hasta que, en el último codo, Fletcher igualó la línea de Sir Fever y los restantes, con Malandrino en el tercer lugar, fueron perdiendo terreno en forma considerable hasta quedar muy lejos de los punteros, sin ninguna posibilidad de aparecer en la foto.
El ingreso a la recta mostró a Sir Fever junto a los palos, con pequeña ventaja sobre Fletcher. Al tiempo que el gran favorito seguía en la vanguardia con Federico Fabián Píriz inmutable, Luis Cáceres movía a fondo a Fletcher. Pese al empeño del defensor del stud “3 de Enero” y el rigor de su piloto, Sir Fever con acción lujosa y sin mayor exigencia, se fue desprendiendo con asombrosa facilidad de su rival. Los últimos trescientos metros fueron un monólogo espectacular del crack. El fervor y el entusiasmo del público se exteriorizó en una gran ovación que acompañó al brillante ganador hasta el disco de la gloria.

Sir Fever ganó por cinco cuerpos y medio y el tercero llegó a más de diez cuerpos del segundo. El tiempo empleado de 2’ 37” 07 para los 2.500 metros es, ciertamente, inexpresivo. En el reloj, parece no decir nada. Sin embargo, no hay la menor posibilidad de error, si afirmamos que Sir Fever se emplea solo cuando es necesario. Su categoría, su inteligencia, su enorme clase y su endurance, tienen aristas de excepción. Como en todas sus demostraciones, volvió a ganar con autoridad y a entera voluntad. En Maroñas, ha demostrado que no tiene rivales que pongan en riesgo su reinado.

Si continúa su campaña en Uruguay y corre el Gran Premio “José Pedro Ramírez”, es casi seguro que su nombre se incorpore a la selecta nómina de los cuádruple coronados maroñenses, cuya lista integran Sisley que ganó el “Nacional” en Palermo y en Maroñas en 1923, el “petiso sin par” Romántico en 1938, el “tordillo de hierro” Bizancio en 1951 y Amodeo en 1988.
Al “clan Píriz”, a su joven propietaria Paola, al personal que lo atiende en el stud, a su peón, al veterinario, al herrador, a sus allegados y al haras “N.A.”, su criador, les extendemos nuestras felicitaciones por las conquistas del flamante crack.