Campana de Largada - Turf Argentino

El Hipódromo de Palermo ha solucionado muchos inconvenientes con la cuestión de los reclamos. Los jinetes cuando cruzan la raya, le avisan a los palafreneros, que se comunican inmediatamente con el Comisariato, y entonces cuando llegan para ingresar al recinto de los vencedores, prácticamente ya se sabe si se saca o no la carrera. Puede tardar un poco, pero los dos involucrados, siguen montados, hasta que se conoce la resolución.

Es lo aconsejable, es como para tomar esa gran medida. No importa quien lo hace primero, quien lo puso en práctica, quien lo inventó. Lo bueno se adopta o se copia y listo. No hay que dar tantas vueltas.

Lo de la tercera carrera del viernes 22 en el Hipódromo de San Isidro sirve de ejemplo, como para no cometerlo más. Porque se ponen en juego más que la plata del primer premio, que viendo a los propietarios de cada uno de los ejemplares, poco les importa, porque sólo quieren celebrar una victoria, sacarse la foto con amigos y disfrutar de un triunfo, luego de aportar tanto a la hípica, comprando caballos, criando, y dándole trabajo a tanta gente de la actividad.

Y lo puedo decir y asegurar, en lo que se refiere a los propietarios Gerardo Serra y Freddy Mattei, de las caballerizas Cal Ramón y Rincón de Piedra.

Sucedido el reclamo y en lugar de estar los dos jinetes esperando la determinación, Mario Leyes se bajó enojado a un costado, Freddy Mattei, junto con sus amigos quedaron a medio camino y Gerardo junto con su socio y familiares, fueron a sacarse la foto. Después lo pusieron en un aprieto al jockey, porque cuando le preguntaron Ortega Pavón dijo que no hizo nada, cuando tendría que haberles dicho que se le fue y molestó.

Camino para ver la repetición, porque para un propietario que siente su pasión, cualquiera sea, y que gana una carrera, tiene que verla cuatro veces para quedarse tranquilo y disfrutarla. Y hasta me quedo corto, escuché este diálogo que verdaderamente me impactó, por parte de Serra con Valdivieso.

Gerardo, feliz por la victoria, le agradeció al entrenador, Jorge Valdivieso y el ex jockey le dijo,”yo les tengo que agradecer por el apoyo que me dan y el esfuerzo que hacen”.

Toda esta alegría, toda esta hermosa sensación, la de retirar al caballo de uno tras ganar una carrera, no puede tener estas idas y vueltas.

Desde la próxima reunión las autoridades de San Isidro tendrían que informar a los jockeys que reclamen inmediatamente tras cruzar el disco. Y que hasta que no dictamine el Comisariato no se deben bajar del caballo.

Por si fuera poco no dejaron que Freddy Mattei se sacara la foto con su potrillo, que en definitiva era el ganador, sin ninguna duda, porque Ortega Pavón molestó.

Luego el titular del Rincón de Piedra se sacó su foto, merecida por cierto, con otro de sus pupilos. Y para el Cal Ramón le queda la gran posibilidad de la revancha con dos potrillos que en la impresión les sobra futuro. Uno es Che Huss, un Husson de gran debut, llegando segundo en el primer pase y con Val Champ, que había ganado, pero molestó, en el otro turno.

Propietarios como los nombrados no nos sobran.

Cuidémoslos…