Campana de Largada - Turf Argentino

UNA LOCURA MARAVILLOSA VIVIDA POR UN TURFMAN DE LEY, QUE DESDE ESTE DIA, LOGRO ESCRIBIR SU HISTORIA, IMPENSADA,  PERO REAL

Se llama Juan Carlos Echeverz, hombre hípico si los hay. Miembro de la Comisión de Carreras del Hipódromo de San Isidro, Vocal, para ser más precisos. Titular junto con unos cuantos amigos verdaderos del Stud Doña Pancha. El es el “uno” de la caballeriza, pero hace sociedades, hace que sus compañeros de viaje compartan alegrías y tristezas. Y a cada rato lo vemos con sus colores en lo más alto, con diversos ejemplares y en distintas categorías. Más bien, donde lo dejan, se define sonriendo. Así son las carreras de caballos. Valen mencionar unos cuantos de hoy, sin ir muy lejos.

Por ejemplo, los muchachos de Fhurter. Sacaron un caballo invicto, se emocionaron tras verlo ganar como un verdadero crack y ahora a sufrir, para que se reponga de sus males, dejando pasar el Gran Premio Nacional (G1), nada menos.

Y los socios de Sol Planet, uno de ellos de viaje justo cuando su caballo, su potrillo, saca fuerzas desde bien adentro y gana el Gran Premio Polla de Potrillos (G1), para luego no hacer la carrera esperada en el Gran Premio Jockey Club (G1).

Y Pascual Caruso que después de tantos tordillos adquiridos, ahora se encuentra con Equal Van, listo para demostrar lo que vale en el Nacional (G1) del 10 de noviembre, falta nada.

Y el propietario de Indy Point, Felipe Lovisi que no lo podía creer cuando su pupilo perdiera en el último salto la Polla (G1), pero al rato se sacó todas las fotos y alguna más, cuando su hermoso alazán ganara el Jockey Club (G1).

Y seguiríamos escribiendo por horas y horas, líneas y líneas, sin detenernos ni siquiera un minuto.

En este caso puntual el empuje de Antonio Bullrich que tuvo la visión de conseguir por intermedio de sus contactos, los del Hipódromo de Palermo, y por supuesto, siendo acompañado con los ojos cerrados por John Fulton, representante de la Breeders´ Cup en Argentina, que el escenario de Avenida Libertador y Dorrego, tenga con la victoria en el Clásico General Belgrano (G2), una gatera reservada para un caballo nuestro.

No me extrañaría para nada que el primer año, más de uno, dos, hayan pensado que fue un fiasco, puro humo, y que Mr. Nedawi no fue porque no fue o porque ellos sabían lo que es viajar con un caballo de carrera de aquí para allá. Pero ellos insistieron y tras la victoria de Calidoscopio, más de uno, tres, se sonrieron, como diciendo, pobres.

Y las grandes hazañas se hacen con gente de turf que ama lo que hace, y que disfruta de la hípica toda. Entonces, allá fueron Juan Carlos Echeverz y Guillermo Frenkel Santillán, cabezas del equipo. Y pasaron por mil vicisitudes, y las solucionaron, una a una, paso a paso, mientras que el tiempo pasaba y cada vez se estaba más cerca del viernes 2 de noviembre de 2012. Y el destino hizo que Pablo Gustavo Falero se quedara afuera de la misión. Pero no del todo, porque los muchachos sintieron la necesidad de llevarlo, de mimarlo, y corresponderle a sus grandes y enormes triunfos con el hijo de Luhuk. Y no me extrañaría que Pablo haya aleccionado perfectamente al jinete que iba a montar a Calidoscopio, para lograr lo que logró. Un verdadero maestro.

Nos quedan tantos por nombrar, por mencionarlos, porque también en mayor o menor medida, estuvieron en la batalla. Pero no me quiero olvidar de La Quebrada.

Calidoscopio nació y fue criado en el Haras La Quebrada de los Ceriani Cernadas. Qué crianza, qué seriedad, que orgullo para la hípica nacional, desde siempre. Y ahora, a su inmenso mapa de ganadores jerárquicos, de madres de primera línea, de padrillos sensacionales, de un Southern Halo que pasó todas las barreras, sin detenerse en ninguna, un fenómeno, realmente, ahora podrá agregar a un caballo que salió de su establecimiento y que logró en forma espectacular la Breeders´ Cup Marathon (G2).

DISTINCIONES CARLOS PELEGRINI 2012

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