Martes 14 de Mayo de 2013

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Postales

GUSTAVO PEREYA HERNANDEZ, EL PADRILLERO JOVEN

REAL QUIET

REAL QUIET smarty jones POSTALES

por Osvaldo Martinez

LLEGADO DESDE URUGUAY, SU TIERRA NATAL, EL PADRILLERO DE 23 AÑOS QUE COMENZO EN MONTANA RANCH Y SIGUIO EN EL HARAS CUATRO PIEDRAS, NOS CUENTA SU HISTORIA

Nació en Lavalleja, Uruguay, el 26 de enero de 1990, tiene 23 años, se llama Gustavo Daniel Pereyra Hernández y está de visita en nuestro país.

Su Papá Gustavo, dedicado toda la vida al campo, al sector rural y su Mamá Susana Isabel, lo guiaron y le enseñaron como comportarse en el mundo de hoy. Angela María su hermana mayor y los que vienen detrás de él, Carlos Andrés, Fiorella y Lucía, lo vieron partir en busca de nuevos horizontes.

Sus comienzos fueron en el Montana Ranch en Punta del Este, donde pasó por todos los estamentos, aprendiendo todo lo que después haría en el establecimiento de cría modelo, el Haras Cuatro Piedras, instalado a 30 kilómetros, en la ruta 5, de Montevideo. Cama, comida, cepillado, piquetes, vareador, cabañero, vida de stud y potrillos en remate.

Tuvo a un gran compañero en el Cuatro Piedras, Antonio Romero, el padre de la cabaña, como le dicen allá.

En el Haras donde estuvo, el Cuatro Piedras, supo cuidar a extraordinarios caballos, sementales de primera categoría como Real Quiet, ganador del Kentucky Derby (G1) y del Preakness (G1) para perder por nada en el Belmont Stakes (G1), ostentando un record de 20 salidas, con seis triunfos, cinco segundos y seis terceros, con más de tres millones doscientos mil dólares y de Samrty Jones, otro gran campeón, con los mismos triunfos, incluso en el Preakness, ganando por once cuerpos y medio, nada menos, pero en la última gema, cuando se pensaba estar ante otro grande de la hípica norteamericana, perdió también en el Belmont Stakes (G1), por un cuerpo, frente a Birdstone.

Vivía en una casa dentro del Haras Cuatro Piedras, y en época de servicios, había mucho, muchísimo movimiento y trabajo. Se levantaba bien temprano y se preparaban todos los servicios, en conjunto con las yeguas madres que serían servidas, estando todo el equipo listo para actuar, con cada uno de los padrillos.

Pasada la época de servicios, se lo mantenía a los padrillos en el piquete, al mediodía se lo bañaba completo si hacía mucho calor, con algo de frío, sólo las patas y se lo secaba rápidamente a lona.

Y al otro día, un buen cepillado y otra vez al piquete, si es posible en horas de sol y mucho verde.

Joven agradecido, a cada momento recuerda sus pasos por los haras donde trabajó, principalmente en el Haras Cuatro Piedras, de su dueño, de sus amigos, de sus compañeros y de los mejores momentos vividos en un lugar soñado.

Llegó hace pocos días, este lunes apareció en Palermo, y ya hizo algunos contactos con cabañeros y propietarios de haras de la localidad de San Antonio de Areco.

Pese a sus pocos años anduvo de cerca, haciendo a la par, con enormes caballos, cuidándolos y mimándolos, aunque no sean ositos de peluche, sino animales de 600 kilos, llenos de furia, apurados y listos a mostrar toda su potencia, a cada día, a cada momento. No es fácil el trabajo, pero cuando se nace al lado del caballo se lo conoce de memoria, y con la mejor mano, a veces furiosos caballos, se tornan mansos y obedientes.

Gustavo Daniel Pereyra Hernández, 23 años, de Lavalleja, Uruguay, a la Provincia de Buenos Aires, en la Argentina. Le deseamos lo mejor, viene de una buena familia, sabe su trabajo y ser agradecido, es de buena madera.

Le deseamos lo mejor…

Más información:
Hipódromo

HIPODROMO DE PALERMO - ARGENTINA

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