Sin grupos
EXCHANGE RATE EN LA LEYENDA, NOBLE PADRILLO, ENORME, A PLENA POTENCIA
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por Osvaldo Martinez
DECIMOS ENORME POR EL TAMAÑO, POR SU FISICO, POR SU CLASE, SU CALIDAD, SU PELO, SU MIRADA, SU ROSTRO, SU PECHO, SUS MANOS, SUS PATAS. Y SI, POR SUS HIJOS…
Once y cuarto de la mañana y mi teléfono sonó en mensaje. “Teacher estás en Juramento”, decía del otro lado mi amigo, un fenómeno, por algo está trabajando donde está trabajando, en mi época de muchachito estaba de moda decir “Un león vendiendo Durax”, me refiero a Luciano Zylber. Ya estaba arriba con todos los periodistas en la Van y faltaba un paso por Juramento y Libertador. Todo listo, marchamos hacia La Leyenda, previo paso por Panamericana y Márquez, donde aguardaban otros colegas, con Nicolás Alcalde a la cabeza.
Y la verdad, en primer lugar la Van era buena, de primera, y no como otros viajes que mejor es ir en bicicleta, y el tío que la manejaba sabía lo que hacía. Estaba en el asiento de adelante y le tomé el pulso toda la vuelta. Atrás hablaban todos a la vez, dos que comentaban lo de Boca, otros de Padrillos, otros sobre el gran Falero y todos se encimaban, como para ponerse los auriculares y salir cantando bajito. Pero estaba interesante cada relato, saltando de una noticia a otra, sin puntos ni comas, aunque cuando escriben lo hacen muy bien.
Llegamos y casi ni nos dan tiempo a saludar, estaban esperándonos Alberto y Renata Stein, junto con Ricardo Correas, a quienes les agradecimos la invitación y rápidamente como por arte de magia, ya estábamos sentados a la sillas, alrededor de una mesa, así se dice, ensaladas, papas y batatas recién elaboradas, humeantes, ensaladas de todo tipo, pan casero y buen vino, con alguna que otra botella de gaseosa. Largaron. No más comentarios porque no se habla con la boca llena, pero estaba todo delicioso, y si bien uno se sentó en cualquier asiento, justo, otra vez, nos sentamos en el lugar donde estaba Ricardo Correas, y la verdad es más que interesante escucharlo al ex gordo. Hablamos de todo lo que se puede imaginar uno sobre el Turf, de nuestra hípica.
Luego saltamos a la cancha para ver dos hijos de un año de Cima de Triomphe, Galileo, realmente hermosos. Muy suaves, pese a la cantidad de gente no estaban nerviosos, denotaban muchísima clase. Además de ser preciosos.
Y sin más tiempo, comenzamos a ver los padrillos, uno por uno. El primero en salir fue Strategic Prince, un tremendo caballo con mucha fuerza, un andar de buena potencia, muy bien armado, imprimiendo mucho y bien, dicen de su precocidad, de su velocidad, de sus hijos que ganaron desde los 1000 hasta los 1700 metros, ganando en arena, césped y sintética, sólo en Europa más del 40% de sus hijos son ganadores.
Strategic Prince es hijo de Dansili y Ausherra por Diesis y es un emprendimiento en conjunto del Haras Lacala (Uruguay) y Haras La Leyenda (Argentina).
Nos encantó a todos y su físico se puede apreciar en las primeras fotos que tomé. Siempre digo a los caballos si te tiran para sacar muchas fotos, es porque tienen algo.
Luego salió Lucky Money (Indian Ridge) al que vimos más apadrillado desde la última vez que lo presentaron en sociedad, para dar paso al tordillo, tremendo, clasudo, padrillo impresionante, como lo es Cima de Triomphe (Galileo), del que vimos sus hijos que nos encantaron. Freud (Storm Cat), hermoso, potente, muy interesante y por si fuese poco ya hay comentarios apasionantes de sus hijos que andan por los Studs haciendo cosas de buenos productos para arriba. Para dar paso al mejor de todos, al tordillo cenizado, este es un nombre que le puse yo, no me hagan caso, está como bañado en ceniza, divino, enorme, espectacular, se trata del gran Exchange Rate. Una maravilla, bueno no lo vamos a descubrir ahora que tiene a sus hijos corriendo y ganando, en cualquier pista y en cualquier distancia, y en cualquier piso, esté como esté, no se si me explico, normal, húmeda, pesada. Así son ellos, son magníficos.
Al toque saltó a la cancha, está cada día más lindo, como un gato agazapado, monumental, de un color cobre bronceado, con sus músculos a la vista y con esa mirada de pillo, piola de barrio, caminador de tarde noche, la verdad que haciendo un poco de poesía, le falta fumar. Qué gran caballo, estupendo por donde se lo mire, inclusive antes de partir vimos a tres crías del campeón y nos llenó el ojo, ver fotos, están buenos los niños, muy buenos.
Alberto y Renata nos entregaron un informe sobre la generación 2010, nacida en el Haras La Leyenda, sobre un total de 20 productos, criados y vendidos en Argentina.
Norina, Kir Royal y Exchangely, ganadores del Güiraldes y segunda en la Polla, ganó el el General Lavalle (G3) y el Estrellas Juvenile Sprint y el Clásico Condesa (G3). Separadora y Suska con places clásicos y ganadores como Living Sexy, Chamar, Rate Of Exchange, Carta Ganadora y Barón Porteño.
Los place y hasta los que están para debutar.
En resumen, vendidos en Argentina: 20; corrieron 15 (75%); ganaron 10 (70%); primeros/segundos 13 (87%); Ejemplares Clásicos 5 (35%) y Ganadores Clásicos 3 (15%). Claro como el agua, impecable.
Regresamos para sacarnos las últimas fotos con los dos patrones de la casa, con Exchange Rate y con Lingote de Oro, con Alberto y con Renata. También vimos la mansedumbre del gigante Exchange Rate, cuando casi ronroneaba cuando Ricardo Correas lo acariciaba, como a sabiendas que emprendíamos la retirada. Lo acompañé con la máquina, con las fotos, hasta que desapareció en su box.
De cada padrillo se puede decir algo nuevo en cada oportunidad que uno se hace presente en el Haras La Leyenda. Impactado con Strategic Prince, respetando a Freud, pura potencia, Cima de Triomphe, se dedicó a hacer fierros en mi ausencia, un tigre; para después ver a un Exchange Rate monumental, brillante, sobrando y desparramando clase a cada paso que da y de final el gran Lingote de Oro, que como lo comenté en la otra oportunidad, donde cubrí también la presentación de los padrillos, estoy seguro, totalmente seguro, que me reconoce. Caballo serio y más también.
Despedida, regreso, y mientras observaba las fotos, les daba las gracias otra vez a Alberto y Renata Stein, a Ricardo Correas y a Luciano Zylber. Dulces, nos mimaron durante toda la tarde, siempre con una sonrisa, felices por su éxito, que lo logran con mucho esfuerzo, con mucho querer al caballo, al sangre pura. Y lo comparten con nosotros, todo, los padrillos, las madres, los potrillos, su compromiso con la hípica.
Son amigos, son gente de turf, compartimos un jueves fantástico. Tienen buen material, un gran material, lo hacen con amor y saben. Imposible fallar.
Abrazo de Exchange y Lingote, a suerte y verdad…
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